Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Con el debido IRRESPETO, señor Trump
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 19/01/2017 20:05
2015-02-03-johnlewisimage1.jpg (1280×876)
                                       Congresista John Lewis, cincuenta años antes fue golpeado y sufrió una fractura craneal por manifestarse en Selma, Alabama
Con el debido irrespeto, señor Trump -    Read in English
  
            Por Paul Krugman - The New York Times
Cuando era joven, el congresista John Lewis, quien representa a casi todo Atlanta, puso su vida en riesgo en búsqueda de la justicia. Como un líder en la lucha por los derechos civiles, recibió varias golpizas. Y, en uno de sus momentos más famosos, encabezó la demostración que llegó a ser conocida como el Domingo Sangriento, en la que sufrió una fractura de cráneo a manos de policías estatales en Alabama. La indignación pública que surgió tras la violencia de ese día de 1965 ayudó a que fuera adoptada la Ley de Derecho al Voto (Voting Rights Act).
 
Ahora, Lewis dice que no acudirá a la toma de posesión de Donald Trump, a quien considera un presidente ilegítimo.
 
Como era de esperarse, tal declaración provocó una reacción histérica y difamatoria por parte del presidente electo, quien, por supuesto, tuvo su inicio en la política cuestionando falsa y repetidamente el derecho a estar en el cargo del presidente Obama. Pero Trump, quien nunca ha sacrificado nada ni tomado riesgo alguno para ayudar a otros, parece tener una animosidad especial hacia los verdaderos héroes. Quizá prefiere a los manifestantes que no son golpeados.
 
Pero esto no se trata de los desvaríos de Trump. En vez, hay que preguntarnos si Lewis estuvo en lo correcto. Moral y políticamente: ¿está bien declarar que el hombre que está a punto de mudarse a la Casa Blanca no es legítimo?
 
Sí, claro. De hecho, es un acto patriota.
 
Bajo cualquier estándar razonable, la elección de 2016 estuvo manchada. No solo por los efectos de la intervención rusa a favor de Trump; Hillary Clinton muy probablemente habría ganado si el FBI no hubiera dado la impresión falsa de que había nueva información dañina sobre ella, a pocos días de la votación. Fue una infracción grotesca y deslegitimizadora, en particular en contraste con el rechazo de la agencia de discutir la conexión rusa.
 
¿Había más ahí? ¿La campaña de Trump se coordinó activamente con una potencia extranjera? ¿Hubo una camarilla dentro del FBI que, de manera deliberada, llevó a cabo las investigaciones lentamente sobre esa posibilidad? ¿Aquellos rumores escabrosos sobre las actividades de Trump en Moscú son verdad? No hay cómo saber, aunque la extraña adulación de Trump hacia Vladimir Putin hace que las acusaciones sean difíciles de ignorar.
 
Incluso sin tener respuestas concretas a esas interrogantes, podemos decir que ningún presidente electo estadounidense ha sido menos meritorio del cargo. Entonces ¿por qué no cuestionar su legitimidad?
 
Hablar de manera franca sobre cómo Trump llegó al poder no es solo decir la verdad. También es una manera con la que se podría limitar ese poder.
 
Sería muy distinto si el comandante en jefe diera señas de humildad o indicios de que se ha dado cuenta de que cumplir su responsabilidad hacia la nación requiere mostrar respeto hacia la importante mayoría de los estadounidenses que votó en contra de él, aun a pesar de la intromisión rusa y la desinformación del FBI. Pero no lo hecho ni lo hará.
 
En cambio, está atacando y amenazando a cualquiera que lo critique, mientras se rehúsa a reconocer que perdió el voto popular. Y está rodeándose de gente que comparte su desprecio hacia todo lo que es bueno en Estados Unidos. Lo que estamos viendo, obviamente, es una kakistocracia: el gobierno de los peores.
 
¿Qué podría restringirlos? El congreso todavía tiene bastante poder en su arsenal para tirar de las riendas al presidente. Y sería bueno imaginarnos que hay suficientes legisladores atenidos al pueblo que pueden desempeñar ese papel. En particular, tres senadores republicanos que sí tengan conciencia podrían hacer mucho para proteger los valores estadounidenses.
 
Pero es más probable que el congreso desafíe a un ejecutivo seudoautoritario y canalla si los integrantes del cuerpo legislativo se dan cuenta de que ser meros facilitadores conlleva un costo político.
 
Lo que eso significa es que Trump no debe ser tratado con deferencia simplemente por la posición que logró incautar. No debe permitirse que use la Casa Blanca como el trono de alguien abusivo. No debe poder esconderse detrás de lo majestuoso que es el cargo. Dado lo que sabemos del carácter de este hombre, queda claro que otorgarle un respeto inmerecido solo lo empoderará para que se comporte mal.
 
Y recordarle a la gente cómo llegó a donde está es una herramienta importante para prevenir que se haga de ese respeto que no merece. Recuerden, decir que la elección estuvo manchada no es una teoría conspirativa: es la verdad simple y llana.
 
Ahora, van a acusar a cualquiera que cuestione la legitimidad de Trump de no ser patriótico. Porque eso es lo que la gente en la derecha siempre dice sobre cualquiera que critique a un presidente republicano. (Curiosamente, no sucede lo mismo cuando hay ataques contra los presidentes demócratas). Pero el patriotismo significa defender los valores de tu país, no prometer lealtad a un Querido Líder.
 
No, no debe volverse un hábito el deslegitimar resultados electorales que no nos gustan. Pero esta ocasión es excepcional y merece que le demos el tratamiento apropiado.
 
Así que agradezcamos que John Lewis tuvo el coraje de pronunciarse. Fue algo patriótico y heroico. Y Estados Unidos necesita ese heroísmo ahora más que nunca.



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados