Un día como el de hoy, pero de 1917, los soviets de trabajadores, soldados y campesinos de Rusia, bajo la dirección del Partido Bolchevique, con Lenin y Trotsky a la cabeza, tomaron el poder en sus manos por primera vez en la historia, pariendo la primera revolución comunista del siglo XX. La fecha de Octubre, inmortalizada por la épica revolucionaria y el título de la película de Sergéi Eisenstein, corresponde al calendario juliano, vigente en la Rusia zarista en aquellos momentos, y después abolido por la Revolución. En el resto del mundo, bajo el calendario gregoriano, la fecha de este acontecimiento debe situarse en el mes de Noviembre. La Primera Guerra Mundial tuvo dos consecuencias particularmente nefastas para las potencias europeas enfrentadas. La primer consecuencia fue que el verdadero triunfador iba a ser, con el tiempo, EEUU, desplazando a Gran Bretaña. Y la segunda consecuencia fue que, por la brecha imperialista abierta, se iba a colar un “invitado no deseado” : el proletariado insurgente tomando el poder en Rusia, desencadenando una ola revolucionaria en Europa y el avance de las luchas de los pueblos oprimidos en todo el planeta. Esto provocaría, durante todo el Siglo XX, que los explotadores, colonialistas, poderosos y privilegiados, sumaran esfuerzos para evitar, por todos los medios a su alcance, que la justicia y la igualdad se “apoderaran” del mundo.