Porque no desamparas al que confía en tí. Porque cuando todo va mal y pongo mi vida en tus manos basta un segundo para que todo sea maravilloso. Gracias Señor, pues no poner oídos sordos a tus hijos quienes recurren a tí reconociendo tu grandeza. Aunque mis palabras son sencillas, aunque no se como agradecer, lo hago de corazón, al igual que cuando levanté mis manos a Ti. Lleno de lágrimas y con mi voz susurrante levanté mis manos y voz hacia Ti y no me cerraste tus oídos. Aún cuando te hago a un lado y no te busco escuchas mi voz y atiendes mis plegarias. Tantas cosas quisiera decirte, pero hoy solamente te doy gracias pues las lágrimas que ayer salían con tristeza, hoy lo hacen con alegría...GRACIAS SEÑOR por escucharme aunque me había alejado de Ti, pero Tu nunca de mi.