Si nos fijamos con detenimiento,
veremos que la mayoría de nuestras emociones negativas
tratan sobre lo que los kabbalistas llaman: el deseo de recibir sólo para si mismo.
¿Qué es enojo? Ellos no me escucharon, no me aprecian, no me respetan.
¿Qué hay sobre los celos, la envidia y el odio? Vemos a una persona bonita y decimos,
"¿Por qué yo no soy tan bonita?" Vemos una buena casa y decimos,
"¿Por qué yo no tengo una casa así?".
Estas emociones tan tensas nos las hacemos nosotros mismos.
La tristeza que proviene de ellas la causamos nosotros mismos.
¿Antídoto?
Apreciación. Aprecia las cosas maravillosas que te rodean.
Aprecia las cosas maravillosas dentro de tí.
Si generas apreciación, tendrás menos penas y más alegrías.
¡Brindemos por más alegría para todos nosotros!
YEHUDA BERG
|