La Kabbalah enseña que la verdadera felicidad no es una reacción a eventos externos. Puede que finalmente hayas obtenido el trabajo que esperabas, o compraste el coche que añorabas, o conociste a la mujer de tus sueños. Pero en poco tiempo la felicidad se disipa.
La felicidad es una fuerza que emana de nuestro interior. Cuando traemos nuestra felicidad al mundo, las experiencias más simples evocan gozo. De pronto, estas experiencias ya no son mundanas. Esta es la naturaleza de la verdadera apreciación.
Hoy invita a esta fuerza de felicidad dentro de ti. Huele la rosa proverbial, pasa un poquito de tiempo extra con los niños, baila sin motivo aparente. Deléitate en los placeres simples de la vida.
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