Eres tú el gozo para quien te ama y
la angustia para quien tú no quieres comprender.
¿Quién es el dueño de tu tiempo?
¿Quién el director de tus ideas?
¿Quién el administrador de tu dinero?
¿Quién el que sabe lo que te conviene o no?
Solo tú. Y nadie más que ¡tú!
Todos nos desvivimos por buscar la felicidad,
por obtener el éxito, por descubrir el amor,
por hacer un lado lo que nos estorba en nuestros planes.
Pero ese "todos" es una imagen virtual, ¿sabes?.
Porque esos todos se reducen, a la hora de la decisión precisa,
a una sola palabra:¡Tú!
Presumes de conocer a tus amigos y no te conoces a ti mismo.
Estas seguro de conocer tu negocio o tu trabajo hasta el último rincón
y tú, no te conoces.
Haces alarde de saber de memoria hasta libros completos,
pero la frase que define tu personalidad, no la descubres.
Cierras los ojos y repites nombres y nombres de gente que te ama
o de gente a quien desprecias.
Pero, en ese desfile, ¿sabes quien falta?
Tú.
Porque debemos reconocerlo , es más fácil adentrarse en
la vida ajena que en la propia.
Es más fácil conocer los pecados de alguien, que los propios.
Y es más fácil admirar con cierta envidia, la capacidad de otros
que decidirte a desarrollar tu propia capacidad de triunfo.
Nadie más que tú, convéncete, puede construir un mundo interior
que resplandezca con sinceridad ante el destino.
Y nadie más que tú dialogara con Dios,en cierta fecha exacta.
Nadie podrá decir: ¡Ahora comienza la verdadera vida!...
Nadie. Nadie más que...Tú.
Es tú momento.
¡Llénalo de ti!
Desconozco su autor