Nazareth
La tarde, está enviando tinieblas, recelosa de su marcha.
El Niño Jesús juega, juega... jugando estaba en la plaza.
En el taller, San José puso fin a su jornada.
La virgen -alma de armiño- borda y ora, borda y canta.
El Niño Jesús ya no juega: mirando está en lontananza.
¿Qué divisará Jesús que su mirada se apaga? ¿Acaso ve ya la cruz?...
El Niño Jesús ha vuelto a los juegos de la infancia; y... juega... juega que juega en la plaza.
Luis Girol Martínez
Copyright©2006.Webset--Alma Irene designs All rights reserved
respetar sello y autoria si deseas utilizarlos
|