Si la tristeza te invade, sonríe
Si el sonreír no basta, silva
Si el silbar falla, canta
Busca dentro de ti los muchos motivos que tienes
para ser feliz y estar agradecido,
la tristeza se irá desvaneciendo
como la nieve ante la caricia cálida del sol.
Si estás triste, no le des más cuerda al abatimiento
¡Levanta tu ánimo!
Actúa como una persona feliz,
y esta emoción se irá convirtiendo
en una actitud permanente.