Plácida luna retorcida en el agua... claro destello sobre tu boca un rayo seductor y apacible, vértigo sangriento, tu granada y mi espada, bésame de nuevo.
Tocamos cada noche las células del alma, y dejamos cuajadas estrellas en las manos, los colores se hunden y nacen las palabras, los gemidos, las flores. Y mojamos desnudas las voces conjugadas.
Conozco tus secretos, y conozco tu risa, conozco la fuerza que gravita en tus senos, el ruido de tus besos, la flecha de tu boca y la senda que sigue tu lengua bendita.
German G. ...
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