La pasión de Cristo no es nada más que una palabra. Lamentablemente, hoy se dice como una fórmula: “Fue crucificado, muerto y sepultado”, y muchas veces lo hacemos sin pensar lo que estamos diciendo. Como Cristianos que somos, en esta semana tomémonos unos minutos para contemplar al Cristo que esta en la Cruz y que se entrego por nosotros. No miremos cruces vacías, tratemos de pensar en el gran amor que sintió Jesús por nosotros, que fue capaz de padecer semejante dolor.