Aprovecha las oportunidades que se te presenten para resultar útil y ser considerado. Aléjate de las oportunidades de ser hiriente y mezquino. Llegará el momento en que tus actos buenos y amables vuelvan a ti. Llegará el momento en que aquellas cosas innecesariamente crueles que llevas a cabo, vuelvan a ti. ¿Cuál de ambas querrías estar recibiendo de vuelta?
Intentando herir a alguien, nadie gana nada. De hecho, todos pierden. No hay manera de que logres elevarte hundiendo a los demás. Si alguien te daña, la mejor respuesta posible es no dañarle. Hacerlo sólo perpetuaría una continua espiral descendente. La mejor respuesta es romper el esquema, dejar de lado el daño, moverse activa y agresivamente hacia adelante.
No tienes por qué permitir que los demás se aprovechen de ti. Actúa con firmeza, pero no con crueldad. Busca la manera de transformar la situación dándole un sentido positivo. La posibilidad de actuar de esa manera está allí. Tan sólo imagina lo que podría suceder si la descubrieses e hicieses el intento de ir por ella.
Gabriel Slandler
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