Comience a alabar a Dios
Gloria Copeland
Alegraos, oh justos, en Jehová; en
los íntegros es hermosa la alabanza.
– Salmo 33:1
La alabanza, de acuerdo a la Palabra
de Dios, es lo más apropiado y
hermoso
que usted como
creyente pueda hacer. Sin embargo,
déjeme advertirle que lo que Dios
y usted
consideran alabanza apropiada es
posible que sean dos cosas muy
diferentes.
La alabanza que Él
desea debe ser llena de gozo, sin
impedimentos y, a veces, ¡en voz
alta!
Si no lo cree, mire en la Biblia y
se dará cuenta de la clase de
alabanza que se hay en el cielo.
Lea Isaías 6 y verá
lo que pasa en el trono celestial.
Los serafines alaban tan fuertemente
que hacen temblar los
quiciales de las puertas y, cuando
lo hacen, la gloria del Señor llena
la casa.
Cuando usted llegue al cielo, estará
alabando así también. Estará
saltando y alabando a Dios
con toda parte de su
ser. Pero no espere hasta ese
entonces para empezar a hacerlo,
empiece ahora mismo.
Decida hoy que en vez de alabar a
Dios como a usted le gusta, va a
comenzar a
hacerlo como a Él le
gusta. Déle rienda suelta a las
alabanzas, y hágalo con alegría y
sin impedimentos.
No espere hasta que
llegue al cielo para alabar a Dios
con todo su ser; hágalo ahora, Él lo
merece.

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