Hoy me siento como un árbol que se supiera mujer: Ya no quebradiza rama sino rotunda intuición, y la sólida certeza de saber dónde es que estoy.
Las raíces de mi cuerpo han bendecido el amor. He florecido en la espuma regada por la pasión, por el semen generoso de la viday el dolor.
Aprendí que las derrotas cicatrizan como heridas y que se vuelve a la lucha si se retoman las bridas. Hoy me siento como un árbol que se supiera mujer. Alta, fuerte, bien vivida, y en plena madurez.