Once Minutos
El deseo profundo, el deseo más real es aquel de acercarse a alguien. A partir de ahí, comienzan las reacciones, el hombre y la mujer entran en un juego, pero lo que sucede antes, la atracción que los unio, es imposible de explicar
Es el deseo intacto, en estado puro
Cuando el deseo todavía está en ese estado puro, hombre y mujer se apasionan por la vida, viven cada momento con veneración y, conscientemente, esperan siempre el momento adecuado para celebrar la siguiente bendición
Paulo Coelho