Ni la tristeza
Ni la tristeza, ni la desilusión, ni la incertidumbre,
ni la soledad,
ME IMPEDIRÁ SONREÍR.
Ni el miedo, ni la depresión, por más que sufra
mi corazón,
ME IMPEDIRÁ SOÑAR.
Ni la desesperación, ni la ignorancia,
mucho menos el odio o alguna ofensa,
ME IMPEDIRÁ VIVIR.
En medio de las tinieblas, entre los espinos,
en las tempestades y en extraviados caminos
NADA ME IMPEDIRÁ CREER EN DIOS.
Así, errando y aprendiendo, todo me será
favorable para que yo pueda
siempre evolucionar, perseverar, servir,
cantar, agradecer, perdonar, recomenzar...
Quiero vivir el día de HOY
como si fuera el primero, como si fuera
el último, como si fuera el único.
Quiero vivir el momento de ahora,
como si aún fuese temprano,
como si nunca fuese tarde.
Quiero mantener el optimismo, conservar
el equilibrio, fortalecer mi esperanza,
recomponer mis energías, para prosperar
en mi misión y vivir alegre todos los días.
Quiero caminar con la certeza de llegar,
quiero luchar con la certeza de vencer,
quiero buscar con la certeza de encontrar,
quiero saber esperar
para poder realizar mis ideales.
EN FIN...
Quiero dar lo máximo de mí,
para vivir intensa y maravillosamente,
todos los días de mi vida.
A/D