¡SEÑOR TU VIVES EN MI!
Padre, te he sacado del cielo,
para introducirte en mí corazón.
Ya no tengo que buscarte a ciegas
fuera de mí.
Estás más cerca de mi,
que mi propia respiración.
Estás implícito en mí,
Tus ojos son mis ojos.
Tu voz es mi voz.
Y al ser yo consciente de esto,
Te has convertido en mi verdadera
y única Realidad.
En toda criatura a mi alrededor
te veo, te siento, te palpo.
Tú dentro de mí eres el camino
la verdad y la vida
Ya no eres para mí una esperanza
ni una promesa.
Ahora eres una certeza en mí.
Eres una Verdad a plenitud.
Tú, Dios estás en mí
y yo estoy en Tí.
Mi cuerpo es Tú Templo
por lo cual lo guardo limpio
para poder palpar tu estadía
y sentir tu Presencia.
¡Que gozo! me da el sentirte
en mí y saber que eres
Mi Poderosa, Amorosa y Maravillosa
Presencia de Dios.
Me creaste a Tu Imagen y
Semejanza.
Señor...Gracias.
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