Padre
De pequeña tus manos me alzaban la altura de tus ojos los míos alcanzaban “niña de mis ojos, reina de mi alma” nunca olvidé tus suaves palabras
Una mañana desperté, ya no estabas... pasaron las horas, los días, Y la niña aún esperaba para que a la altura de tus ojos me alzaras...
La niña ha cambiado en mujer se ha transformado sus ojos a tu altura han llegado
deja que tome tu rostro en mis manos que acompañe tus pasos del brazo a pesar del tiempo nada ha cambiado no existe rencor por el pasado cuando quieras, vuelve a mi lado...
Sacada de Internet
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