Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

*:·.★*Gaviotas volando en Amor y Libertad*★*:·.
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ....... 
 Un cordial saludo de bienvenida a todos nuestros amigos. 
 GRACIAS POR TU VISITA 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜMensajes 
 ♥ ஜBuzones NAVIDAD 2012 
  
 ི♥ྀ´¯`♥•.¸¸.ི♥ྀ´¯`•♥•´¯` ི♥ྀ.¸¸.•♥ 
 *♥ ஜReglas Conducta 
 ♥ ஜARTE DE GAVIOTA FONDOS 
 ♥ ஜBienvenidos 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜ MIRELA JUSTICIERA 
 ♥ ஜ Reconocimientos 
 ♥ ஜCumples 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜReflexiones 
 ♥ ஜ*Poesia 
 ♥ ஜCapilla Virtual 
 ♥ ஜReligion 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜSuperacion 
 ♥ ஜNene Interior 
 ♥ ஜCoelho y Hays 
 ♥ ஜ Pps Alex&Odris 
 ♥ ஜ*Mugrosos 
 ♥ ஜ۩۞۩ஜComus hermanas 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜMetafisica 
 ♥ ஜKabalah 
 ♥ ஜSabiduria 
 ..... 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜMusica 
 ♥ ஜVideos 
 ♥ ஜNuestro Mundo 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜFantasia 
 ♥ ஜ Gastronomia 
 ♥ ஜBelleza Salud 
 ♥ ஜAdorna tu Nick 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ♥ ஜBuzones Firmas 
 ♥ ஜFirmas Gaviota Libertad 
 ♥ ஜFirmas 
 ♥ ஜ Firmas Valenciano 
 ♥ ஜFirmas Fondos I S H A 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`*•✿•*¨`​*•✿•*¨`*•✿ 
 ....... 
 ♥ ஜGAVIOTAS Presentacion 
  
 
 
  Herramientas
 
*★*:·Santoral: ★*Julio 15*★*:·.
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 8 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD  (Mensaje original) Enviado: 15/07/2009 05:41
  • San Enrique, Emperador y Confesor
  • San Pompilio María Pirroti, Confesor
  • San Vladimiro de Kiev, Príncipe
  • San Atanasio de Nápoles, Obispo
  • Santa Barhadbesaba, Mártir
  • San Santiago de Nísibis, Obispo 
  • Swithun di Winchester, Obispo
  • Santa Edith de Polesworth
  • San David Munktorp
  • San Donaldo
  • Beata Ana María Javouhey
  • Beato Bernardo de Baden
  • Beatos Ignacio Acevedo y Francisco Godoy, Mártires


  • Primer  Anterior  2 a 8 de 8  Siguiente   Último  
    Respuesta  Mensaje 2 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:41

    15 de julio
    SAN ENRIQUE,*
    Emperador y Confesor

    Si tomáis parte en los sufrimientos,
    tendréis parte también en la consolación.
    (2 Corintios, 1, 7)

       San Enrique, llamado el Piadoso, duque de Baviera y después emperador de Alemania, nada emprendía sin antes haber consultado y orado a Dios. En ciertas ocasiones vio a los ángeles y a los santos mártires, sus protectores, combatir a su favor al frente de sus ejércitos. Conservó su virginidad, de común acuerdo con su esposa Santa Cunegunda. Restableció a Benedicto VII en el trono de san Pedro y por todas partes dejó ilustres monumentos de su piedad y religión. Célebre por sus milagros y sus virtudes, dejó la corona para ir a recibir otra más preciosa en el cielo. en 1024.

    MEDITACIÓN SOBRE LA PRIVACIÓN 
    DE LAS CONSOLACIONES ESPIRITUALES

       I. Dios permite a veces que los santos sean privados de todas las consolaciones espirituales. en este triste estado todo apena: la penitencia les es insoportable, la oración les da tedio, la lectura espiritual y las prácticas de devoción les son fastidiosas. No te asombres de encontrarte en este estado: ¿acaso el Señor no fue abrumado de tristeza en el huerto de los Olivos? ¿No se quejaba, en la cruz, de que su Padre lo había abandonado? Por esa falta de gusto no interrumpas tus ejercicios de devoción; si los haces con menos satisfacción, los harás con más mérito.

       II. Dios permite que caigas en este estado de desolación para castigarte por tu tibieza o por algunas faltas leves que has cometido. Tal vez sea la causa tu negligencia en no prepararte para la oración como es debido. Dios quiere hacerte conocer que la devoción sensible es un don: te la concede cuando a Él le place, la retira para humillarte cuando lo juzga oportuno. Pero, sin tanto examinar por qué Dios te trata de tal suerte, saca provecho de ese estado, ten paciencia y redobla el fervor. Si el Esposo se esconde, es para que lo busques con más afán.

       III. Examina seriamente qué motivo has dado a Dios para que se retire, e implora su perdón. Reconoce que eres indigno de sus mercedes y que ya eres demasiado feliz con poder servirlo gimiendo en esta vida; no es en este mundo donde Dios recompensa a los elegidos. Dile, sin embargo: Señor que sois todo mi gozo, ¿Por qué me ocultáis vuestra divina faz? ¿Dónde estáis? ¿Dónde os encontraré yo, mi divino Esposo? (San Agustín).


    La dedicación a la oración - Orad por los remisos

    en el servicio de Dios.

    ORACIÓN

       Oh Dios, que en este día habéis hecho pasar al bienaventurado Enrique, vuestro confesor, de un trono terrenal al reino eterno, haced, os lo imploramos, que, así como él triunfó por vuestra gracia de las seducciones del siglo, despreciemos nosotros también los vanos atractivos del mundo, para presentarnos a Vos


    Respuesta  Mensaje 3 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:41

    15 de julio
    SAN POMPILIO
    MARÍA PIRROTI,
    Confesor

    Si tomáis parte en los sufrimientos,
    tendréis parte también en la consolación.
    (2 Corintios, 1, 7)

       En la tarde del 15 de julio de 1766, víspera de la Virgen del Carmen, rendía a Dios su alma de apóstol el santo escolapio Pompilio María. Nacido en Montecalvo (Italia) en 1710, de una familia adinerada y de mucho abolengo, cuando apenas tenía diez años se encontró en el sótano de su casa un cuadro antiquísimo de la Sma. Virgen y quitándole el polvo, lo colocó en su habitación diciéndole a su madre: "Un día, cuando yo sea sacerdote, vendré y celebraré la misa delante de este cuadro". A los dieciséis años, a raíz de la cuaresma predicada en su patria, Montecalvo Irpino, por el padre rector de las Escuelas Pías de la vecina capital de Benevento, localidades ambas de la Italia meridional, escapó de su casa al colegio de residencia del fervoroso predicador y le pidió la sotana calasancia. Las razones de su buen padre, que siguió tras él, y era notable abogado, fueron estériles ante la firme decisión del hijo. Y el noviciado y el neoprofesorio, con sus estudios, no hicieron sino continuar el tenor de vida inocente y penitente que ya en casa había llevado. Allá, en efecto, muchas noches, tras la disciplina y la oración mental, el sueño se apoderaba de él en el propio oratorio doméstico y le tendía en el pavimento, con la cabeza apoyada sobre la tarima del altar, hasta la mañana siguiente. Terminada la carrera escolapia, ejerce el apostolado de la enseñanza durante catorce años, el primero de ellos con primeras letras en Turi y los trece restantes, con Humanidades y Retórica, en Francavilla, Brindis, Ortona, Chieti y Lanciano, más la prefectura de las Escuelas y la presidencia de la Archicofradía de la Buena Muerte. De su apostolado entre los alumnos se recuerdan rasgos de sobrenatural penetración. Uno de ellos es en Lanciano. Al comenzar su clase le advierten los chicos la ausencia de Juan Capretti. El padre Pompilio se reconcentra y a los pocos segundos exclama: "¡Pobre Capretti! No puede venir porque está moribundo... Pero no será nada. Vayan dos en seguida a preguntar por él". Y corren dos muchachos a su Casa con la anhelante pregunta. Sus padres se extrañan, habiéndole oído levantarse y creyendo que estaba en la escuela con toda normalidad. Suben temerosos a la habitación y, efectivamente, lo encuentran en el suelo, de bruces, sin sentido, próximo a expirar. Sobresaltados le levantan, le acuestan, le llaman repetidas veces, y al fin el pobre accidentado empieza a volver en sí, balbuciendo entre sollozos: "¡Padre Pompilio, padre Pompilio!". No sabía sino que, al levantarse, había sido presa de dolores y escalofríos que le hacían desfallecer sin dejarle gritar. Después sólo sabía que le había llamado su maestro y que ya se sentía vivir. Al volver al colegio los dos emisarios el padre tomó pie para encarecer la necesidad de estar a todas horas en gracia del Señor. Ni hay que añadir el prestigio de que aureolaban al humilde padre sucesos semejantes. Pero en aquélla misma etapa docente, de 1733 a 1747, a los dos años de ordenado de sacerdote, el Capítulo provincial de 1736 acuerda facultarle para la predicación de la divina palabra, sin eximirle, naturalmente, de sus tareas escolares; y por todos aquellos mencionados colegios de la Pulla y de los Abruzos, en que enseña a tantos niños y jóvenes, empieza a enfervorizar desde el púlpito a hombres y mujeres, destacándose como misionero de fuerza y eficacia sorprendentes. Pronto merece el dictado de apóstol de los Abruzos, tras intervenciones maravillosas que impresionan a poblaciones enteras. En el mismo Lanciano, último de los colegios de esta etapa, cercana ya la hora de medianoche, Pompilio sale una vez de su habitación, abre la puerta de la iglesia, sálese a las calles vecinas y empieza a clamar despertando a los despreocupados durmientes, para que se levanten todos y acudan al templo, pues él inmediatamente les va a predicar. Hasta hace lanzar a vuelo las campanas llamando a sermón. Ante tamaña novedad todo Lanciano se alborota y se arremolina en torno al púlpito del apóstol. Y el santo vidente les anuncia estremecido que un horrendo terremoto se va a dejar sentir en toda la comarca, pero que ellos no teman, pues su celestial Patrona la Virgen del Puente intercede de manera singular por la afortunada población. En efecto, aún está hablando cuando un ronco fragor subterráneo, que avanza desde la lejanía, hace temblar el suelo y vacilar los edificios, oprimiendo de espanto y crispando de nerviosismo a la totalidad del auditorio. Afortunadamente, el sismo se desvía, y un respiro de alivio sucede al agobio. La alarma del Santo no ha sido vana. La explosión de gratitud tras la oleada de terror es confesión colectiva del fruto de aquellas vigilias, henchidas de proféticas visiones, en que el santo predicador, cual otro Abraham, participa en la mediación y el secreto de los castigos y de las condescendencias divinas. Cuando después de varios años de ser sacerdote, va por primera vez a celebrar la Santa Misa en su casa, su madre, sin recordar lo que él había dicho en su niñez, le preparó el altar frente al cuadro que de niño había sacado del sótano. Pompilio al final de la misa exclamó: "Bendito sea Dios que me ha permitido cumplir aquellas palabras que de niño dije al encontrar este cuadro de la Virgen Santa en el sótano: "Un día celebraré misa ante esta imagen de la Sma. Virgen".Segunda etapa en la vida escolapia de San Pompilio es su estancia en Nápoles por otros doce años, 1747-1759. Tanto en el colegio de Caravaggio como en el de la Duquesa, ambos en la capital del reino napolitano, hallará campo más vasto para su celo. Desde Lanciano había solicitado del Papa el título de misionero apostólico. Benedicto XIV no le contestó; pero intensificó las misiones en las Dos Sicilias, en tanto que los superiores de la Orden desligaban a Pompilio de la tarea de la enseñanza para dedicarle plenamente a capellán permanente, predicador cotidiano y a confesor continuo de chicos y grandes en la iglesia de los respectivos colegios. Y en tal ambiente, y como director de la Archicofradía de la Caridad de Dios, se entrega a una vida apostólica fervorosísima, que Dios sella con incontables y sorprendentes prodigios. Tal vez hace falta en Nápoles un revulsivo así, cuando el regalismo de Tanucci, ministro del rey Carlos, el que luego en España será Carlos III, amenaza a la Iglesia en el reino no menos que el jansenismo de los capellorini. Una madre acude un día a la iglesia de Caravaggio con el inaplazable problema de que se le ha caído su hijito a un pozo. Pompilio se compadece, parte con ella hasta el brocal, hace la señal de la cruz, y en los procesos consta la maravilla de que el nivel de las aguas empieza a subir, como si el pozo las regurgitara, hasta que aflora el niño, ileso y sonriente, al alcance de la mano de su madre enloquecida. Una penitente del taumaturgo sufre los malos tratos de su marido, hombre vicioso y de áspera condición. Se encomienda a las oraciones de su confesor y experimentan las cosas tal cambio que hasta el esposo invita a un paseo por el campo el próximo domingo a su antes odiada mujer. Corre ella a contárselo al confesor, pero éste, sin darle total crédito, la pone en recelo y la aconseja que le llame, si llega a verse en peligro. Realízase lo del paseo dominical, mas ya en pleno campo el pérfido consorte saca un cuchillo y trata de asesinarla; pero, al invocar ella al padre Pompilio, aparece su figura demacrada y austera, arrebata el arma al asesino y le increpa de tal forma que cae de hinojos compungido y con promesa de confesión. Va, efectivamente, a confesarse a la mañana siguiente con el propio San Pompilio, y éste le muestra el consabido cuchillo. Pero lo más notable es que, a la hora precisa del frustrado atentado, el Santo estaba en público, en el púlpito de su iglesia, e interrumpió unos momentos su sermón, como abstraído en otra cosa, y lo continuó después sin aludir a nada. No tardó en saberse todo y quedó depuesto en los testimonios procesales. La bilocación no es fenómeno desconocido en las vidas de los santos. Más tierno y humano fue el incidente del sermón del 17 de noviembre de 1756. Lo interrumpió en el momento más inspirado de un párrafo vibrante; permaneció mudo unos minutos, que al expectante público parecieron eternos, y a continuación explicó: "Suplico un requiem aeternam por el alma bendita de mi madre, que en este instante acaba de fallecer". Y así innumerables hechos asombrosos. Mas la santidad no se prueba en los prodigios, sino en la tribulación y el sufrimiento. ¿Fue política externa de regalismo? ¡Fue política interna de separación de provincias entre la Pulla y la Napolitana? ¿Fueron -y es lo más probable- maquinaciones de los capellonni jansenistas que chocaban con las misericordiosas benignidades del confesionario del padre Pompilio? Lo cierto es que tanto del palacio real como de la cancillería arzobispal salieron órdenes a principios de 1759 suspendiendo del ministerio y desterrando del reino al taumaturgo de Nápoles. Los caballos de la calesa que le llevó primero al colegio de Posilino no quisieron arrancar hasta que el padre rector dio por obediencia la orden al propio desterrado. Consumado el primer paso, llegó de Roma el destino a Luga, en la Emlia, y a Ancona, en las Marcas, regiones centrales de Italia con colegios que no eran de la Pulla ni de Nápoles. De cuatro años fue esta que podemos llamar tercera etapa de la vida apostólica de San Pompilio, ni menos fervorosa ni menos fecunda que la de Nápoles o los Abruzos, y avalada además con la resignación y humildad con que abrazó toda obediencia. Pero el Señor dispuso su rehabilitación con la vuelta triunfal a Nápoles, el rectorado de Manfredonia, el apostolado en su ciudad natal de Montecalvo y el rectorado con el magisterio de novicios en Campi Salentino de la Pulla, donde brillaron sus últimos destellos y dejó con sus huesos la ejemplaridad de su santísima muerte. Por cierto, aquí revivió la figura del entero escolapio con sus preocupaciones docentes y hasta haciéndose cargo provisional de la escuela de los pequeñines. Pero no hay que omitir el doble carácter de externa austeridad y de dulzura interior que tiene las dos caras de la espiritualidad pompiliana. En pleno siglo XVIII, el de Voltaire y Rousseau, del enciclopedismo y del regalismo, del iluminismo y racionalismo, pródromos de la Revolución Francesa, San Pompilio predicó principalmente de los Novísimos o Postrimerías con los acentos de un San Vicente Ferrer, y plasmó la devoción a las almas del purgatorio en prodigios que pueden parecer ridículos al contarlos, pero que dejaron honda huella de pasmo y terror en los testigos presenciales al realizarse, como el rezar el rosario alternando con las calaveras de la cripta o carnerario de la iglesia de Caravaggio, o saludar y recibir contestación verbal de los esqueletos del cementerio de Montecalvo, y no en forma privada, sino ante multitudes. Por otra parte, su devoción a la Virgen obtuvo coloquios como el del Ave María contestado con un "Ave, Pompilio" de parte de la Mamma bel-la, como él llamó siempre a Nuestra Señora, y el bel-lo Amante fue el Corazón de Jesús, cuya devoción propagó con tantos favores y prodigios como Santa Margarita María de Alacoque. Fue, pues, San Pompilio una llamarada de sobrenaturalismo en los momentos mismos en que empezaba el intento de descristianización de los siglos XVIII y XIX de la Edad Moderna. Declarado venerable por Gregorio XVI en 1830, fue beatificado por León XIII en 1890 y canonizado por Pío XI el 19 de marzo de 1934


    Respuesta  Mensaje 4 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:42

    15 de julio
    SAN VLADIMIRO,(*)
    Príncipe

    A

       Los primeros santos de Rusia, tanto príncipes como monjes, están relacionados con Kiev. "la madre de las ciudades de Rusia, protegida por Dios". Kiev es, actualmente, la capital de la república de Ucrania, pero en la época a la que nos referimos, era el centro de un principado eslavo-finlandés, gobernado por señores de origen escandinavo, ya que los piratas y comerciantes "varangianos" habían venido del norte por las vías fluviales. Durante la última parte del siglo X, el gran príncipe de Kiev era Vladimiro, quien no sólo había sido educado en la idolatría, sino que se entregaba abiertamente a los bárbaros excesos permitidos a los hombres de su posición. era un hombre brutal y sanguinario. Un cronista árabe de la época, Ibn-Foslán, habla de sus cinco esposas y numerosísimas esclavas, lo cual confirma la frase de la "Crónica" de Néstor, donde se dice que "la lujuria de Vladimiro era insaciable". Se ha discutido y aún se discute mucho sobre las circunstancias de la conversión de Vladimiro al cristianismo. Lo cierto es que se convirtió, probablemente hacia el año 989, cuando tenía unos treinta y dos años. Poco después, se casó con Ana, hija del emperador Basilio II de Constantinopla. La conversión y el matrimonio estuvieron muy relacionados entre sí y la conversión del pueblo ruso data de aquella época.

       Algunos autores piadosos atribuyen a Vladimiro una perfecta pureza de intención en su conversión, pero es evidente que le movió en gran parte la consideración de las ventajas políticas y económicas de la unión con Bizancio y con la Iglesia católica. Sin embargo, esto último no debe hacernos olvidar que, una vez que aceptó la fe, Vladimiro fue un magnífico cristiano. Inmediatamente se separó de sus esposas, despidió a sus concubinas y cambió de vida. Igualmente, mandó destruir en público los ídolos y prestó un apoyo enérgico y entusiasta a los misioneros griegos; en ciertos casos suentusiasmo rayaba en la exageración, pues quienes se rehusaban a recibir el bautismo incurrían en la cólera del príncipe. Pero, aparte de esta especie de "bautismo por la fuerza", se ha exagerado mucho la rapidez de la conversión de Rusia. Durante la época de Vladimiro la nueva religión no llegó probablemente más que a los nobles y a los comerciantes ricos y tampoco el desarrollo posterior del cristianismo fue tan rápido como se ha pretendido, ya que el paganismo fue cediendo el terreno muy poco a poco. El culto que se tributó desde el antiguo a Vladimiro se debió no sólo a que había sido un pecador arrepentido, sino a que había iniciado la reconciliación del pueblo ruso con Dios y había sido el Apóstol de Rusia, elegido por el cielo.

       "Los locos y dementes vencieron al demonio", dice la "Crónica" de Néstor, y subraya, que San Vladimiro recibió el perdón y la gracia de Dios, en tanto que "muchos otros hombres rectos y religiosos se apartaron del camino de la verdad y perecieron". A lo que parece, el arrepentimiento yla fidelidad de Vladimiro a sus nuevos compromisos tenía ese carácter de sinceridad y entereza que existirá siempre en la Iglesia, aún en sus formas más desarrolladas y complejas. Un cronista dice a ese propósito: "Cuando se dejaba llevar de la pasión y había caído en pecado, trataba inmediatamente de compensarlo con la penitencia y la limosna". Aun hay quienes afirman que Vladimiro, después de su conversión, se preguntaba si tenía derecho a castigar con la pena de muerte a los bandoleros y a los asesinos. Tales escrúpulos sorprendieron a los misioneros griegos, quienes apelaron al testimonio del Antiguo Testamento y de la historia de Roma para probar que los príncipes cristianos tenían el  de deber de castigar a los malvados. Pero tales  argumentos no convencieron del todo a Vladimiro. Por razón de las circunstancias Vladimiro, su pueblo dependió de lo religioso del patriarcado Bizancio. Pero ciertamente que Vladimiro no tenía nada de particularista: envió embajadores a Roma, ayudó al obispo alemán San Bonifacio (Bruno) de Querfurt durante su misión entre los pechenegs y aún llegó a copiar ciertas costumbres canónicas del occidente, como la de los diezmos, que no existía entre los bizantinos. En realidad, Rusia no interrumpió sus relaciones con la Iglesia de occidente sino hasta la época de las invasiones de los mongoles.

       San Vladimiro murió en 1015, después de haber repartido todos sus bienes entre sus amigos y los pobres, según se cuenta. Los rusos, los ucranios y otros pueblos, celebran solemnemente su fiesta.

     


    Respuesta  Mensaje 5 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:42

    15 de julio
    SAN ATANASIO DE NÁPOLES, *
    Obispo
    (872 D. c.)

       Atanasio fue elegido obispo de Nápoles hacia el año 850, antes de cumplir los veinte años. Era nativo de la misma ciudad, en la que su padre había sido "Dux." Atanasio se preocupó del progreso moral y material de Nápoles: reparó o reconstruyó los edificios destruidos por los sarracenos, edificó un hospital para los peregrinos y los ancianos y organizó el rescate de los cristianos capturados Por los mahometanos. El año 863, tomó parte en el Concilio de Letrán, que había sido reunido por el Papa San Nicolás I; dicho Concilio declaró a San Ignacio patriarca legítimo de Constantinopla. Después de ayudar en esa forma al Padre de la Cristiandad a reivindicar los derechos de un obispo oprimido por el poder civil, San Atanasio fue víctima de una presión semejante. El ducado de Nápoles había caído en manos de Sergio II, tirano, turbulento y ambicioso cuya vida privada era tan poco escrupulosa como su política. Sergio consideraba a San Atanasio como un enemigo, tanto más cuanto que éste era tío suyo y tenía, por consiguiente, derecho oficial y personal a reprender a su sobrino. El santo cumplió con su deber y reprochó a su sobrino ciertos tratos simoníacos y otros desórdenes. Entonces, Sergio, instigado por su esposa, encarceló a Atanasio en Sorrento. La indignación del pueblo de Nápoles le obligó a ponerle en libertad; pero siguió molestando al obispo y obstaculizando su trabajo en todas las formas posibles, de suerte que, el año 871, San Atanasio salió de Nápoles y fue a instalarse en la isla del Salvador, cerca de la costa.

       Sergio le prometió entonces la paz y la libertad total, con tal de que renunciase a su sede. Como Atanasio se negase a ello, el tirano envió a un destacamento a traerle por la fuerza. Pero el emperador Luis II intervino y ordenó al duque de Amalfi que pusiese a salvo al santo obispo en Benevento. La venganza de Sergio consistió en apoderarse del tesoro episcopal en Nápoles y atacar violentamente a los partidarios de su tío, de suerte que el Papa acabó por excomulgarle. Por su parte, el emperador decidió tomar por su cuenta la causa del obispo y estaba ya a punto de restablecerle por la fuerza en su sede, cuando la muerte sorprendió al santo en Véroli, cerca de Monte Cassino, el 15 de julio de 872.

       En Acta Sanctorum, julio, vol. II, se hallan la mayoría de los documentos de importancia, así como en MGH., Scriptores rerum longobardicarum. E. Gaspar, en su monografía sobre las falsificaciones llevadas a cabo por Pedro, el diácono de Monte Cassino, afirma que la biografía más extensa de San Atanasio (BHL., 736) es una de ellas; pero tal opinión parece infundada: cf. Analecta Bollandiana, vol. XXIX (1910), p. 169.


    Respuesta  Mensaje 6 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:42

    15 de julio
    SANTA BARHADBESABA, *
    Mártir
    (872 D. c.)

       El año 340 se desató sobre la cristiandad, en Persia, una de las persecuciones más violentas de que la historia conserve memoria. En el año décimo quinto de dicha persecución, Barhadbesaba, diácono de la ciudad de Arbela, fue arrestado y torturado en el potro por orden de Sapor Tamsapor, gobernador de Adiabene. Durante la tortura, los verdugos le gritaban constantemente: "Adora al fuego y al agua, bebe la sangre de las bestias y te pondremos en libertad." Pero el diácono respondía: "Ni vosotros ni vuestro rey, ni todas las torturas del mundo conseguirán separarme del amor de Jesús, a quien he servido exclusivamente desde la infancia hasta mi ancianidad." El tirano le condenó entonces a morir decapitado y ordenó a un apóstata cristiano llamado Aggai que ejecutase la sentencia. Barhadbesaba, que estaba atado, esperaba con gozo el momento en que iría a reunirse con los ángeles; pero Aggai temblaba de tal modo, que no acertaba a levantar el arma. Después de descargar siete veces la espada sobre el mártir, sin conseguir cortarle la cabeza, hundió el arma en su corazón. El juez mandó ocultar el cadáver del mártir, pero dos clérigos consiguieron robarlo durante la noche y le dieron sepultura.

       Ver Assemani, Acta martyrum orientalium, pp. 129-130; y P. Peeters, en Analecta Bollandiana, vol. XXVII (1908), p. 188, y XLIII (1925), pp. 276, 279, 281. A lo que parece, el martirologio sirio llama a este mártir Barsabas y le incluye por error entre los sacerdotes.


    Respuesta  Mensaje 7 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:42

    15 de julio
    SAN SANTIAGO DE NÍSIBIS, *
    Obispo
    (338 D. c.)

       Este es uno de los casos en que Alban Butler, a pesar de toda su ciencia y diligencia, no pudo escapar del error, ya que la vida de Santiago de Nísibis no fue revisada críticamente sino hasta mucho después de la muerte de nuestro hagiógrafo. Así pues, el artículo de Butler ocupaba varias páginas, siendo así que apenas poseemos algún dato real sobre la vida del santo.

       Santiago fue desde muy antiguo una figura muy importante y venerada en el oriente, donde casi todas las Iglesias celebran su fiesta y su nombre aparece en el Martirologio Jeronimiano. Hacia el año 308, el santo fue nombrado primer obispo de Nísibis, en la Mesopotamia, y su discípulo San Efrén habla de los importantes servicios que prestó a su diócesis, ya que erigió una gran basílica y es posible que inaugurase la famosa escuela teológica. Santiago asistió al Concilio de Nicea, en 325, y San Atanasio, el historiador Teodoreto y otros dieron testimonio de la entereza con que se opuso al arrianismo. (El Martirologio Romano hace alusión a la fábula que afirma que las oraciones de Santiago contribuyeron a la horrible muerte de Arrio, en Constantinopla). El santo vivía aún cuando Sapor II, rey de Persia, atacó por primera vez a Nísibis, el año 338, pero existen muchas pruebas de que murió aquel mismo año.

       Butler hace notar que Santiago, por su ciencia y escritos, sólo cede en gloria a San Efrén, entre los doctores de la Iglesia siria, y que también los armenios le honran como doctor; pero se ha demostrado ya que no fue el autor de muchos de los escritos que se le atribuían antiguamente. Su nombre aparece en el canon de la misa siria y de la misa maronita, así como en las letanías solemnes de la misa caldea. Las investigaciones de los bolandistas datan de fecha muy reciente. El P. Paul Peeters, tras de un detenido examen crítico de las fuentes griegas y latinas y, sobre todo, de las sirias y armenias, ha demostrado que la tradición, a la que se atenía Butler, es totalmente fantástica. En efecto, dicha tradición estaba formada por elementos sacados de otras leyendas hagiográficas, sobre todo de la biografía siria de San Efrén. Es imposible dar aquí más detalles, pero puede verse el estudio del P. Peeters en Analecta Bollandiana, vol. XXXVIII, (1920), pp. 285-373. Cf. DTC., vol. VIII, cc. 292-295.


    Respuesta  Mensaje 8 de 8 en el tema 
    De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 15/07/2009 05:42

    15 de julio
    SAN SWITHUN DE WINCHESTER,
    Obispo
    (Siglo IX D. c.)

       Swithun vivió en el siglo IX, fue cappellán real del rey Egberto ei Wessex y tutor del hijo del rey, el príncipe Ethelwulf, que gobernó desde el año 839 al858.

       Asolicitud del rey Ethelwulf, se convirtió en obispo de Winchester, entonces capital de Inglaterra y fue consagrado por Ceolnoth arzobispo de  Canterbury, el 30 de octubre de 852.

       Gobernó la diócesis durante diecisiete años, hasta su muerte, el  2 de julio de 862; el 15 de julio 971, el rey Ethelwold,  hizo trasladar el cuerpo del santo a la catedral, coincidiendo la llegada de las reliquias con una abundantísima lluvia, que se tomó como signo del poder del santo, dado que la región atravesaba por un período de gran sequía.

       Desde aquel día, se dice que si llueve en el día del santo, seguirá lloviendo durante los siguientes 40 días,. Debemos decir que se dice lo mismo de Santa B´rbara y de Santa Catalina de Alejandría.

       Se lo invoca para obtener lluvia. Su culto se propagó durante el siglo X, con la fama de curar enfermedades

       En 1093 su cuerpo fue nuevamente trasladado a de la vieja a la nueva catedral de Winchester; durante todo el medioevo, su fiesta se celebraba el 2 de julio, pero después se trasladó al 15 de julio, fecha de su primera traslación.



    Primer  Anterior  2 a 8 de 8  Siguiente   Último  
    Tema anterior  Tema siguiente
     
    ©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados