Aliviado
Aunque tus responsabilidades y obligaciones sean muy reales
y apremiantes, no tienen por qué agobiarte. Porque estando
dispuesto a asumir responsabilidades por algo, te pones al
mando de ello.
Aunque las frustraciones puedan ser muchas y profundas, no tienen
por qué agobiarte. Porque trabajándolas estarás construyendo
valiosos logros.
Aunque una profunda tristeza pueda caer sobre ti, no tiene por
qué agobiarte. Porque esa tristeza sólo es posible gracias a que te
importa tanto, y porque sabes sin lugar a dudas cuán bella
puede llegar a ser la vida.
Aunque puedas estar rodeado de oscuridad, no tiene por qué
agobiarte. Porque esa oscuridad hace que tu propia luz brille
más intensamente.
Aunque los problemas y distracciones puedan no tener fin, no
tienen por qué agobiarte. Porque deslizándote a través de ellos estarás
avanzando en dirección a tu sueño.
Aunque la vida pueda ser complicada, no tiene por qué agobiarte.
Porque puedes vivir momento a momento, aprovechando con
alegría todos y cada uno de ellos.
Gabriel Sandler