Hoy me despiertas el oído”     Cantar 3,1-4 Buscaba el amor de mi alma: lo busqué y no lo encontré. Recorrí la ciudad…, apenas pasé los guardias de la ciudad, encontré al amor de mi alma.   Jesús, la naturaleza humana nos coloca cada día en la búsqueda del amor de la vida, lo buscamos por todo lado Es una necesidad humana, no se puede vivir sin un amor que colme la existencia, le dé sentido, que la humanice Invertimos todas nuestras fuerzas en esa búsqueda tantas veces apasionada del amor del alma, del amor total.   Jesús, el ser humano no se cansa de buscar la fuente de ese gran amor que lo abarca todo, lo inunda todo, total En la vida, en la cama, en la existencia, se dan mil vueltas buscando ese amor, incluso el tormento puede asomar Pero no se desfallece, el amor se ha de encontrar, sin él la vida no tiene sentido, la vida se escapa de las manos.   Jesús, en esa búsqueda el ser humano se puede equivocar, puede correr por las calles y caminos equivocados Puede llamar amor a lo que no es más que una caricatura de amor, un fraude de amor, un engaño, una ilusión… Pero si es firme en su búsqueda, encontrará el amor de su vida, la plenitud de todo su existir, la certeza del amor.   Jesús, María Magdalena, la santa de hoy, buscó el amor de su vida, buscó donde no se dejaba encontrar, buscó Al final de su camino encontró al que le podía amar con sentido y plenitud, misericordia y perdón, con corazón… Te encontró a Ti, el amor eterno del Padre, el amor entrañable y misericordioso, el amor que plenifica, el amor.   Jesús, hoy yo quiero seguir buscando el amor de mi vida, por los caminos del mundo, por las calles de la ciudad Y encontrarlo en los cruces de los caminos, en el rostro de las personas, en la mirada de los niños, en el dolor… Para gozar con ellos de haber encontrado lo que tanto busqué, el amor de mi vida, al encontrarte a Ti, el amado.               Web set Copyright © 2009 ~MaryOLI~All Rights reserved