Mientras observo como la lluvia cae… pienso que atrapado entre cuatro paredes huí al salón donde veo como el agua ahoga al parque… donde la gente corre con paraguas para refugiarse de la lluvia que cae… donde los charcos son atacados por incesantes gotas que impactan con fuerza y sin pausa. A mí… en cambio… me entran ganas se salir descalzo a la calle… y literalmente empaparme con la lluvia que cae… lavarme… dejar que ella arrastre… mis pensamientos que se quedan atrapados aquí dentro… en mi cabeza, y no tengo donde meterlos, y escapan chocando con las paredes que siempre tengo alrededor… ahogándome no el agua… sino la depresión…
Pájaros vuelan libres sin miedo a mojarse… nosotros en cambio, el agua que cae, nos deprime, nos hace pensar, y nos retiene en un mar de dudas y de inseguridades que nos deja inmóvil. Depresivos ansían abrazar a alguien, meterse en la cama y dormir, hasta que la lluvia pase… pero, los obligan a salir, los obligan a enfrentarse y luchar contra ella. Lo que no saben es que pueden vencerla… y no es es suicidio la carta más bella, es la unión agua-depresión… la que nos hace pensar de otra manera… pero si fuera otra estación… el agua sería la felicidad en tu sonrisa… e ahogamiento con aletas… y pues a mí… el agua que golpea cristales… me parece la más bella… es como si llamara a tu puerta… y te invitara…
… a mojarte.