Ángel santo de la Guarda,
compañero de mi vida, tú
que nunca me abandonas ni
de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible
se que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones y
cuentas todos mis pasos.
En las sombras de la noche
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro.
Ángel de Dios,
que yo escuche tu mensaje
y lo siga y que vaya siempre
contigo hacia Dios,que me
lo envía.
Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.
En presencia de los ángeles
suba al cielo nuestro canto:
Gloria al Padre,
Gloria al Hijo,
Gloria al Espíritu Santo.
Amén.

Webset Copyright © 2008 ~ ISA ~All Rights reserved