Como Dios es mi Testigo
Para algunos en 1980, uno de los episodios
más divertidos de la televisión, formaba parte
de la serie cómica WKRP en Cincinnati.
Se desarrollaba en una pequeña estación de radio
de Ohio, el Día de Acción de Gracias.
La estratagema era elaborar una promoción, en que
el gerente de publicidad decidía reglar pavos, a clientes
que patrocinaran un centro comercial local.
Mientras planeaban la campaña publicitaria, realzada
por un aeroplano que sobrevolara y una estructura
para control remoto de noticias en vivo, el personal
administrativo tenía la certeza de que esto sería la
campaña promocional más exitosa, jamás realizada.
No obstante, el gerente de la estación supo pronto que,
una vez más, había sobrestimado el talento elemental
de su gerente de publicidad. Los admiradores de WKRP,
recordarán por mucho tiempo la caótica transmisión de
radio, los clientes espantados y los encargados de
atenderlos, corriendo, dando gritos y esquivando los
pavos vivos, que fueron en palabras del estremecido
reportero de noticias, "dejados caer como bolsas de
cemento mojado", arrojados desde el aeroplano que
volaba sobre el centro comercial.
Pocos espectadores olvidarán la aturdida apariencia
en el rostro del gerente de la estación, mientras un
sonrojado y perplejo hombre de publicidad, sostenía su
mano en alto para jurar: "Como Dios es mi testigo,
¡pensé que los pavos podían volar!"
Con un poco de suerte, la lección más importante aprendida
es: "Como no sabemos todo, es saludable preguntar".
Y es ahí cuando somos coronados de humildad como
un maravilloso regalo de Dios. no te avergüences de
indagar acerca de lo que ignoras, tan sólo
recuerda los pavos.
Renuevo de Plenitud
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