AGOSTO

DIA 14

El segundo principio clave es dar con sacrificio, estar dispuesto a dar, aún cuando uno necesita ese dinero. Este dispuesto a compartir. 1 Timoteo 6:18-19, “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.”

Cuentan que un conocido autor y evangelista en un sermón relató esto: Pablo Jiménez es un hermano de escasos recursos económicos y con su familia viven en Manzanillo, República de Méjico, y es miembro de la Iglesia Bautista de ese lugar. Le encanta ofrendar. En un accidente perdió una pierna y su anhelo entonces fue tener suficiente dinero para poder comprar una pierna artificial. Pero al ir al culto se informó que la iglesia tenía un déficit y entonces él dio a la iglesia el dinero que tenía para comparar su pierna artificial. El pastor se conmovió y le dijo que por qué hacía semejante sacrificio. Su respuesta fue: “Prefiero yo andar en muletas y no que mi iglesia ande en muletas”.

Tremenda lección de sacrificio, esto es un acto de buenas obras, para el Señor, uno se desprende de lo que necesita, para ayudar a los más pobres, y necesitados.

Hermana(o) ¿Desea ser rico? Pues, lo puede ser, sea rico en buenas obras al ayudar y servir por amor.  Una buena obra, es la ofrenda, otra, el servir con canastas de amor, o dando una ofrenda a la Iglesia o persona que realmente necesita.

Al dar con generosidad, estamos atesorando y depositando en el Banco Celestial. En cambio los que se aprovechan del ingenuo y le engañan con pactos, estimulando su codicia, por ejemplo, si da $100, recibirá 4 veces más; así se da por codiciar y tener más. En cambio, la Biblia nos desafía a dar por amor y con sacrificio, sin recibir recompensa humana.

Comience a dar, para la obra misionera, para las necesidades del Pastor, de la Iglesia y de ministerios que buscan edificar su vida cristiana.

ORACIÓN:

Padre, quiero dar para la Iglesia, en Cristo.