¡Esta mañana yo acordé alegre!
El coro de pocos pájaros,
En un canto
armonioso y sencillo,
Sonaba como un buenos días...
Comencé entonces a
pensar: necesito crecer...!
Crecer y alcanzar las alturas,
Como los picos
de los montes que abrigan los nidos de las águilas,
Como los faros que
orientan embarcaciones,
Como las estrellas que enmarcan el cielo
Y sirven
de inspiración a los poetas...!
Necesito crecer...
¿Pero para que
propósito?
¡Esta mañana yo acordé alegre!
El balancear de los esquejes del
almendro
Indicaba que una brisa suave paseaba por el jardín...
Comencé
entonces a pensar: necesito crecer...!
Crecer para adquirir
sabiduría...
Saber distinguir entre el necesario y el
conveniente.
..
Saber distinguir entre vehículos y máquinas...
Saber
distinguir entre privilegios y oportunidades...
¡Sí, necesito
crecer!
¿Pero para que propósito?
¡Esta mañana yo acordé alegre!
me
recordé de cierto consejo,
Deje de ser niño... ¡al final somos
adultos!
Sea como nosotros... ¡inteligente!
Comencé entonces a pensar...
¡necesito crecer!
No para adquirir notoriedad...
No para alimentar
ego o vanidad...
No para atesorar conceptos que herrumbran...
¡Sí,
necesito crecer!
¡Crecer en la gracia del Dios mío!
¡Crecer en la fe y en
la armonía!
¡Crecer en lo respeto y en el perdón!
¡Crecer en el amor y en
verdad!
Cuando soy flaco, ahí soy fuerte...
Cuando soy pequeño, ahí soy
grande...
¡Cuándo soy humilde, ahí soy exaltado!
El temor del Señor
¡Es
el principio de la sabiduría!
La Palabra del Señor
¡Es fuente de
conocimiento y vida!
"Si alguien no si haga como niño,
¡No puede ver el
reino de Dios!"
¡Esta mañana yo acordé alegre!
La alegría del Señor es mi
fuerza...!