AGOSTO

DIA 30

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel” (Isaías 7:14)

Uno de los argumentos fuertes a favor de la vigencia de la Biblia, es la profecía, el cumplimiento de algo. El texto profetiza con siete siglos de anticipación que el Señor nacería de una virgen con el nombre de Emanuel que significa “Dios con nosotros”.

Los intérpretes modernos consideran que la señal dada por el profeta debía ser un acontecimiento cercano. La madre del niño debió ser una mujer conocida de Acaz, probablemente su esposa. Años más tarde, la versión griega de los Setenta tradujo alma por la palabra griega parthenos, que significa virgen. Las palabras de Isaías se fundaban en la promesa de Jehová a David, es decir en una palabra profética que contenía como en germen toda la esperanza mesiánica de Israel. RV95

Isaías se dirige al rey Acaz representante de la dinastía davídica. Aquí la palabra alma en hebreo muchacha designa a la joven en edad de contraer matrimonio. Acaz recibió la señal como prueba que los reyes de Damasco y Samaria fracasarían en el intento de arrebatarle el trono al descendiente de David. (RV95)

Lo interesante es que la profecía se cumplió literalmente en Mateo 1:23. Tuvo doble cumplimiento, el cercano con el rey Acaz, que al nacer un niño, Judá sería liberado de sus enemigos. Y el cumplimiento lejano, con el nacimiento del redentor del Universo, el Señor Jesucristo. Por esto, nos alegramos cada momento.

Por esta razón adoramos al Señor. De tiempo hoy a Dios para cantarle, para un encuentro con Dios. Es vital el tiempo a solas con Dios y también para visitar a un hermano y animarle. Siga orando a favor nuestro.

REFLEXION:

¿Ya nació Cristo en tu corazón? Cree en la Biblia, porque ella es el cumplimiento de la Palabra de Dios.