Ahora
que realmente nuestra independencia se consumó el 27 de septiembre. El
16, que celebramos, fue el inicio, el arranque de la decisión de un
grupo de mexicanos que se lanzaron a la empresa, pero siguieron
mandando las autoridades españolas. No eramos aún independientes. El
día 27 de septiembre fue la consumación, la efectividad de la
independencia: el virrey O'Donojú reconoció el hecho y firmó el acta de
independencia cesando en su ejercicio las autoridades españolas.
Celebremos ambas fechas: del inicio y de la gloriosa terminación. Vale
que ambas son en septiembre y
que
ya el gobierno, tras siglo y medio de obcecada negativa, ha reconocido
-desde 1993- la auténtica acta de independencia y a Iturbide como
consumador de la misma.