NADA MAS QUE LUZ

Dios Dijo:

SiénteMe como si fuese una luz que te rocía desde arriba. Ahora percibe Mi luz a medida que ésta te envuelve, percibe la aureola de luz alrededor de ti. Ahora siente a esa misma luz penetrando en ti. Ahora siente Mi luz elevándose desde tu corazón, iluminando tu interior y expandiéndose hacia arriba. Ahora percibe Mi luz dentro de ti emanando hacia todos lados. Siente Mi luz como si fuese una aureola corporal total dentro y fuera de ti. Tú estás completamente iluminado, lleno de luz. Mi luz expandida, tanto dentro como alrededor de ti, se extiende a lo lejos y más lejos, hasta que magnánimamente abarque la totalidad de la existencia, hasta que no haya nada más que esta emanación de Mi luz a través de ti, hasta que impregne a todo el universo. Mi luz que proviene de ti se hace tan extensiva que vuelve a alcanzarte, y de esa manera tú recibes la luz que has emanado. Tú estás constantemente iluminado a la vez que estás constantemente iluminando. Eres alógeno. ¡Qué tu luz tenga una aureola!

Esta luz Nuestra constituye la fibra del universo. Tú eres la bengala del universo. Nuestra Luz Única envuelve al universo – no, no lo envuelve – impregna a la creación absoluta – no, no la impregna – ES la creación absoluta. Yo he creado la luz, y a partir de Mi luz y de Mi aliento tú has surgido, y ahora constituyes una extensión de Mi luz. ¿Te das cuenta ahora de lo que eres? Puedes decir que Yo te he elegido, más que haberte nombrado. La luz es la luz, sin importar como se la nombre.

Tú no eres un transmisor intelectual de Mi luz. No son palabras las que dicen que tú encarnas Mi luz. Tú ERES realmente Mi luz. Esa es la Verdad. Mi luz reposa en la Tierra dentro de ti, y tú no eres más que Eso. Podrías pensar que posees un contorno y un perfil, pero solo se trata de una ilusión. Estás compuesto íntegramente por luz, y no existe ninguna otra luz aparte de la Mía. Yo también soy luz, por lo tanto ni siquiera es Mi luz, ya que estoy hecho completamente de luz. No existe nada excepto Mi luz. Yo soy la luz, entonces… ¿Cómo puede la luz que me compone pertenecer a Mí? Luz es lo que YO SOY, y luz es lo que tú ERES.

Si ves sombras, es debido a que crees mucho más en tu exterior que en tu interior, o sea, en la luz que te transluce. Tú eres la luz total.

Eres una nota elevada del universo que se auto imprimió en tinta, pero te dedicas más a ver las marcas de tinta que a escuchar la elevada nota.

Pensabas que eras un acorde, y ahora ves que eres otro.

Eres una luz continua. Eres una nota elevada que Yo toco en un piano, y Mi dedo nunca ha soltado la tecla.

La luz y el sonido son lo mismo puesto que no existe nada más que Mi luz. Todos los sentidos provienen y responden a Mi luz. Tus sentidos le confieren atributos a Mi luz, que no posee atributos. No deben existir los atributos ya que solamente es luz. Tus sentidos siempre tratan de localizar Mi luz, la cual es inhallable porque se compone únicamente de luz.

Adán y Eva comenzaron a cuestionar la Unidad, y por lo tanto terminaron separándose. Ellos comenzaron a observar la luz y a particularizarla. De sujetos se convirtieron en objetos. Sin embargo, ahora Yo hablo de ellos como si estuviesen separados de Mí, pero únicamente representan una metáfora: la de la luz tratando de dividirse a si misma en partículas.

Y ahora Adán y Eva, al igual que tú, regresan por sí mismos a la luz total. Tú te sumerges en vez de cuestionar. Te sumerges nuevamente en la integridad que siempre has sido.

No pienses que Adán y Eva pecaron. En primer lugar, no existe ningún ‘ellos’. En segundo lugar, apareció el intelecto y formuló preguntas, eso es todo. No es para nada un pecado poseer intelecto. El error radicó en creerle más a la serpiente del intelecto que a la santidad de la verdad. Adán y Eva le prestaron más atención a algo exterior a ellos mismos. Ellos olvidaron que eran la Luz.