Cuando pensaste que yo no estaba mirando
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
colgaste mi primer dibujo en el refrigerador,
y deseé pintar otro.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
alimentaste a un gato callejero, y yo pensé que
era bueno ser amoroso con los animales.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
horneaste un pastel de cumpleaños para mí,
y supe que los detalles son cosas especiales.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
pronunciaste una oración, y creí que había
un Dios a quien siempre podría hablarle.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
me diste un beso de buenas noches,
y me sentí amado.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando, vi
que corrían lágrimas de tus ojos, y aprendí que
algunas veces las cosas duelen; pero que está
bien llorar.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
sonreíste, y eso me hizo desear ser bonita así
también.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando,
me cuidaste, y deseé ser lo máximo que
pudiera llegar a ser.
Cuando pensaste que yo no estaba mirando...
miré... y quise darte las gracias por todas esas
cosas que hiciste cuando pensaste que yo
no estaba mirando.
María Rita Schilke
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