Me siento como hoja madura libre al viento
en búsqueda continua de pensamiento y verso,
me siento cómo una rosa en todo su esplendor
y cómo un dorado atardecer que libera
poco a poco todo su calor...
Me siento gota de lluvia temblando en
un cristal y desapareciendo en un instante sin
dejar rastro de su humedad, me siento
como el perfume de las flores en otoño
que va dejando su aroma cuando
con la estación se va.
Me siento tierra y semilla, árbol y rama,
no quiero perder esa esencia de niña
que habita en el fondo de mi alma,
deseo llevarme después de esta vida
la satisfacción de haber cumplido como hija,
madre, novia, esposa y amiga...
Por eso me siento plena,
en esta etapa de mi existencia.
En el otoño de vida he aprendido que sólo
yo he sido