DULZURA
DE LOS ÁNGELES
Dulzura de los ángeles,
alegría de los afligidos,
abogada de los cristianos, Virgen madre del Señor,
protégeme
y sálvame de los sufrimientos eternos.
María,
purísimo incensario de oro, que ha contenido a la Trinidad
excelsa; en ti se ha complacido el Padre,
ha habitado el Hijo,
y el Espíritu Santo,
que cubriéndote con su sombra,
Virgen, te ha hecho madre de Dios.
Nosotros nos
alegramos en ti,
tú eres nuestra defensa
ante Dios.
Extiende tu mano invencible y aplasta a nuestros enemigos.
Manda a tus siervos el socorro del cielo.
|