EN TI TERMINO
Este objeto de amor no es un objeto puro; es un objeto bello, y creo que eso basta. Bellos son sus brazos, sus hombros, sus senos; bellos son sus ojos (¡y qué bien me mienten!)
Deseable, me engaña, o furtiva, resbala suave, suavemente, con física dulzura, o gravita hacia un centro más secreto que el alma; o duele con un fuego más real que el cariño.
Si la beso, no hablo; si la toco, no creo; y me quedo callado mirándola muy cerca, o me duermo en sus brazos, o me muero en su espasmo, y en aniquilarme hallo cierto descanso.
Gabriel Celaya
|