En
una oportunidad, se formó una expedición para dar la vuelta
al mundo en
un globo aerostático. El viaje era placentero e
inspirador. Ellos
podían observar los maravillosos cambios
orográficos y climáticos. Sin
embargo, a la mitad de la
expedición, quedaron atrapados en un cúmulo
de nubes a
6000 metros de altura. Esta nube era tan espesa que
rápidamente
cubrió de escarcha al globo. El día era nublado,
el globo
estaba saturado de escarcha y además, estaban descendiendo
vertiginosamente. Ellos debían tomar una rápida decisión,
de lo
contrario, sucedería una tragedia.
Pronto,
acordaron que debían alivianar la nave. Primeramente se deshicieron
de
los libros. Luego tiraron el equipaje. Finalmente tuvieron
que arrojar
el equipo fotográfico, las cámaras de video y
todos los objetos
personales. Lentamente el globo comenzó a
ascender, salieron del banco
de nubes y pudieron recibir la
luz del sol, que en cuestión de minutos,
derritió la escarcha del globo.
Este
suceso me recuerda a la vida humana.
Muchas veces nuestra vida comienza
a tener un descenso
vertiginoso. El globo de nuestra vida está tan
cargado de
responsabilidades, reuniones y vida social;
que finalmente
terminará destruyendo al matrimonio y a los hijos.
Las muchas
ocupaciones también terminarán destruyendo nuestra vida espiritual.
¡Debes tomar una rápida decisión!
Saca de tu vida todo aquello que te roba el tiempo de tu familia.
Arroja hacia fuera, aquellas actividades que te quitan el tiempo que
debes utilizar para buscar a Dios. ¿Por qué no oras o lees las
Escrituras Sagradas en este