Esta es una historia típica
de los llanos venezolanos.
cuenta la historia que hace mucho tiempo,
vivía una mujer muy hermosa, llamada melisa. desde chiquita melisa había sido
muy celosa.
melisa creció, y se casó con un maravilloso hombre quien era
incapaz de herir a nadie.
pronto tuvieron un hermoso hijo.
pero en su
pueblo, había un hombre de mala fe, mentiroso y mujeriego que se enloquecía por
ella. este la espiaba cada día mientras ella nadaba desnuda en el río, hasta que
ella un día lo descubrió.
¿qué haces aquí espiándome?, de ti me lo podía
esperar.
a lo que este contesto.
no, yo vine a advertirte, mujer, que tu
hombre te esta cambiando por otra, tu marido te esta traicionando con tu propia
madre. algo totalmente incierto.
al oír esto melisa palideció de repente y
salió corriendo hacia su casa. al llegar encontró a su esposo y a su hijo, llena
de celos, prendió fuego a su propia casa en la cual se encontraba su esposo y su
bebe de 9 meses, desde lejos se podían escuchaban los llantos del bebé y los
gritos del esposo pero para cuando llegaron los vecinos ya era demasiado
tarde.
mientras los vecinos se lamentaban melisa ya había llegado a casa de
su mamá, a la cual le contó lo que había hecho y porque lo hizo, la madre
horrorizada diciéndole que ella no la había traicionado mientras huía hacia el
patio, pero no pudo escapar y melisa la atacó con un machete dándole tres
cuchillazos en el vientre, ésta antes de morir dijo: jamás te mentí, y tu
cometiste el peor pecado, matar, pero yo te condeno sayona.
desde entonces se
cuenta en el pueblo que a los hombres mujeriegos se les aparece una hermosa
mujer, quien les pide que le enciendan un cigarro.
pero no lo hagan porque al
hacerlo verán su espectral rostro, el rostro de la propia muerte y si no mueren
del susto al ver esta horrenda cara, ella los acosará tomando diversas formas
hasta producirles un infarto hacer que se caigan por un barranco o cualquier
otra horrenda muerte.