Viernes6 de noviembre del 2009
La bondad divina me bendice ahora.
Prosperidad
La prosperidad se manifiesta en mi vida de múltiples maneras —no solamente como dinero. Al contar mis bendiciones, me doy cuenta de que la bondad de Dios está en todas partes. Doy gracias por mi alimento, mi hogar, mis amigos y mi familia. Escojo enfocar la atención en las bendiciones y no en lo que parezca faltar.
Mientras más busco aquello por lo cual siento agradecimiento, más bendiciones encuentro. Al notarlas y dar gracias por ellas, me preparo para recibir aun mayor bien. Mientras más bien percibo, más recibo. Al apreciar las bendiciones de Dios y morar en abundancia y satisfacción, mi vida se enriquece. Elijo vivir en la abundancia de Dios; acepto mi bien.
“Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará."—Lucas 19:26