Correo electrónico:
Contraseña:
Registrarse ahora!
¿Has olvidado tu contraseña?
Volver
Sin saber por qué, has vuelto,
y miras la tarde soleada: la misma enredadera
verde, las flores junto al muro, la verja de hierro
carcomido, el amarillo pálido de la pared gastada.
Has vuelto como si estuvieras todavía bajo el
antiguo hechizo, como si en algo te parecieras
todavía a ti (hubo un tiempo de minuciosa
eternidad en el que tu corazón, alborozado
huésped de la vida, nada sabía de
lo que hoy sabe).Arrastrando la hojarasca de los años pisados, los
errores, el cansancio y el dolor de páginas ciegas,
has vuelto para descubrir cuánto dura lo que
creías eterno y encontrar un raro consuelo;
soñar que ni siquiera existes a la orilla de esta
tarde sin sentido y perfecta.
Ángeles Carbajal