Domingo29 de noviembre del 2009
Mi fe en Dios me llena de esperanza y confianza.
Esperanza
Al mirar el cielo por la noche, puedo apreciar las estrellas como símbolos resplandecientes de la presencia omnipresente de Dios.
Tal belleza me llena de maravilla y fe. En esos momentos, digo: “Gracias, Dios, por esta bella expresión de Tu provisión”.
Mi fe crece como consecuencia de las alegrías y de los retos en la vida.
Si siento algo menos que vitalidad y salud, enfoco mi atención en la presencia de vida de Dios en mí.
Me renuevo constantemente en mente, cuerpo y espíritu gracias a la vida
y a la energía divinas. Mi fe es fortalecida y mi esperanza es renovada al permanecer consciente de que Dios se expresa en mí y a mi alrededor.
¡Sea tu misericordia, Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti!—Salmo 33:22