La Maravilla de lo que
es
"Cuando era muy joven tenía la sensación
de
estar en un mundo mágico, fuera del
tiempo. No había ninguna necesidad
de
devenir algo, ni de hacer nada;
sólo
una
unidad no reconocida que me
envolvía simplemente en la maravilla
de
"lo
que es". Siento que es lo mismo para
la
mayoría de los niños.
Un
día todo aquello cambió y entré en
el
mundo de la separación y la necesidad
...
me moví dentro del mundo del tiempo y
el
espacio, de los límites y la exploración,
del
esfuerzo, de la manipulación, de la
persecución del placer y el escape
del
dolor...creía que estas experiencias
eran
mi
manera de ser natural... pero me
parecía que faltaba algo intangible
y
fundamental, un secreto de algún
tipo...
un
día casi por accidente, redescubrí el
secreto que había conocido cuando era
niño;
o quizás él me redescubrió a mí.
Explicar lo que aconteció es
completamente
imposible. La descripición que más
se
acerca es la de estar inmerso en un amor
y
una
comprehensión total que está
absolutamente más allá de toda
imaginación.
La
revelación que acompañó a este
redescubrimiento fue tan simple y sin
embargo tan revolucionaria que barrió de
un
golpe
todo lo que se me había enseñado o yo
había
llegado a creer.
Parte
de esa comprehensión fue que la
iluminación está absolutamente más allá
de
mi
esfuerzo por cambiar la manera en que
vivo,
o aún de cambiar la vida en absoluto.
Tiene
que ver con un cambio total en la
comprehensión de "quien" es que
vive.
Pues
yo ya soy eso que busco.
Todo
lo que busco o pienso que quiero, por
larga
que pueda ser la lista, todos mis
deseos, sólo son un reflejo de mi anhelo
de
volver a casa. Y la casa es la unidad; la casa
es mi
naturaleza original: está justamente
aquí,
simplemente en "lo que
es".
No
hay ninguna otra parte donde tenga que ir,
y no
hay nada más que tenga que devenir.
Esa
revelación se trata de un salto singular y
revolucionario en la percepción de lo que
nosotros somos realmente. No requiere
ningún
embellecimiento ni ninguna explicación larga y,
una
vez realizado, no deja nada más que decir...
la
vida no es un trabajo;
no
hay nada que alcanzar excepto la
comprehensión de que no hay
absolutamente
nada
que alcanzar.
Ninguna suma de esfuerzo persuadirá nunca
a
la
unidad de que aparezca.
Todo
lo que se necesita es un salto en la
percepción, una visión diferente,
ya inherente
pero
no reconocida.
La
vida es simplemente vida, y no está
intentando probar nada en
absoluto.
Esta
primavera no intentará ser mejor que
la
primavera pasada, y ningún fresno intentará
devenir un roble.
Al
dejar nuestra fascinación por lo
extraordinario y espectacular,
podemos
permitirnos reconocer la simple maravilla
que
está
dentro de lo ordinario.
Pues
la vida es su propio propósito y no
necesita una razón para ser. Esa es su
belleza."
-Tony
Parsons-