La vida es una obra de teatro que no permite ensayos... Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... ...antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.
¡Hey, hey, sonríe! más no te escondas detrás de esa sonrisa... Muestra aquello que eres, sin miedo. Existen personas que sueñan con tu sonrisa, así como yo.
¡Vive! ¡Intenta! La vida no pasa de una tentativa.
¡Ama! Ama por encima de todo, ama a todo y a todos. No cierres los ojos a la suciedad del mundo, no ignores el hambre! Olvida la bomba, pero antes haz algo para combatirla, aunque no te sientas capaz.
¡Busca! Busca lo que hay de bueno en todo y todos. No hagas de los defectos una distancia, y si, una aproximación.
¡Acepta! La vida, las personas, haz de ellas tu razón de vivir.
¡Entiende! Entiende a las personas que piensan diferente a ti, no las repruebes.
¡Eh! Mira... Mira a tu espalda, cuantos amigos... ¿Ya hiciste a alguien feliz hoy? ¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?
¡Eh! No corras... ¿Para que tanta prisa? Corre apenas dentro tuyo.
¡Sueña! Pero no perjudiques a nadie y no transformes tu sueño en fuga.
¡Cree! ¡Espera! Siempre habrá una salida, siempre brillará una estrella.
¡Llora! ¡Lucha! Haz aquello que te gusta, siente lo que hay dentro de ti.
Oye... Escucha lo que las otras personas tienen que decir, es importante.
Sube... Haz de los obstáculos escalones para aquello que quieres alcanzar. Mas no te olvides de aquellos que no consiguieron subir en la escalera de la vida.
¡Descubre! Descubre aquello que es bueno dentro tuyo. Procura por encima de todo ser gente, yo también voy a intentar. ¡Hey! Tú... ahora ve en paz. Yo preciso decirte que... TE ADORO, simplemente porque existes.
A tu lado no hay momento para sentirme triste o sola... siempre tienes el consejo, la chispa, el chiste, y el ingenio perfecto para hacer sentir bien a cualquiera, te admiro por tu capacidad de hacer amigos... por tu carácter alegre, por tu franqueza y sinceridad, sin que por ello, hieras los sentimientos de los que somos tus amigos... y hoy quiero agradecerte el que me hayas brindado tu mano amiga... no hay palabras que describan todo lo que aprendí y sigo aprendiendo a tu lado... solo se, que mi vida se transformó, al conocer una persona tan excepcional como tú... ¡Gracias por tu mano amiga!
Había una vez dos preciosas hermanitas llamadas Branda y Nadira.
A las dos les gustaba ir al parque a jugar en el columpio y el tobogán. Pero un día, al llegar se encontraron con unos niños que eran diferentes: uno tenía la piel muy oscura como el chocolate, otro era muy pálido, casi amarillo, y otro rojo como un tomate.
Branda y Nadira se pusieron en un rincón y no se atrevían a acercarse a los niños, porque estaban asustadas, hasta que apareció allí el gnomo del parque:-¿Por qué no juegan hoy, pequeñas?–Pues porque hay unos niños de colores y nos dan miedo- respondieron ellas.El gnomo les hizo otra pregunta:- ¿Han visto la nueva fuente del parque?-No, pero ¿qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando?-Pues mucho-les contestó el gnomo- vengan conmigo y verán.Entonces las llevó hasta la nueva fuente. ¡Era enorme! Y el agua saltaba hacia las nubes y luego caía en una gran cascada. Con sus manitas, Branda y Nadira cogieron un poco del agua y la probaron. Era limpia y fresca.De pronto, unos focos de luz hicieron que pareciera haber cambiado: el chorro se veía de un rosado intenso, parecía un gran batido de fresa...-¡Prueben el agua!- gritó el gnomo.Ellas lo hicieron pero el agua seguía sabiendo igual que antes.El color volvió a cambiar y ahora era verde como la menta. Luego se volvió marrón como el chocolate. Y después, amarillo como la vainilla. Sin embargo, cada vez que la probaban, el agua sabía igual que la primera vez.El gnomo les explicó que, aunque se viera de distintos colores, seguía siendo agua limpia y fresca. Y que igualmente, esos niños, aunque fueran de otro color por ser de razas diferentes, seguían siendo niños y seguro que estaban deseando hacer amigos y jugar.Branda y Nadira se acercaron a donde estaban los niños de colores y se pusieron a jugar todos juntos. Y se divirtieron muchísimo, porque ellos les enseñaron muchos juegos y canciones de sus países y ellas, los juegos de su propia tierra. Cuando comenzó a oscurecer, los niños regresaron a sus casas para descansar. Y el gnomo se quedó, como siempre, cuidando de los columpios, de la fuente y del parque, para que al día siguiente todos los pequeños de todos los colores pudieran volver a jugar.Y colorín colorado este cuento se ha acabado.