UNA
LLAMADA
DESDE MI
INFANCIA
Con un "felices Pascuas
y próspero Año Nuevo",
llegó a mí tu llamada
atravesando el
tiempo,
conmoviéndome el
alma,
avivando el
recuerdo.
Venía de mi infancia,
de mi querido pueblo,
traía en tus palabras
el calor de aquel fuego
encendido en las llamas
del hogar dulce y
tierno.
Anuló la distancia
de mi tierra y mi cielo,
del mar y de la playa,
de la Iglesia y del puerto
del parque y de la plaza,
de estudios y de
juegos.
Me sentí sobre el aura
de mis primeros vuelos,
con inocentes alas
nacidas en los sueños,
palpitando mañanas
en el sol de mi
pecho.
Con la voz
alterada
al golpe del momento,
nos unió la
añoranza,
en un regreso
interno
a estancias
enlazadas
en sortilegio
etéreo.
Sobre nuestras palabras
gritaban los silencios
con imágenes claras
de aquéllos que se fueron
dejando la esperanza
del inmortal
encuentro.
Por esto, tu llamada,
atravesando el cielo,
estremeció mi alma
y me avivó el recuerdo
de las felices Pascuas
y de los años
viejos.
Emma-Margarita R.
A.-Valdés
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