Jueves
10 de diciembre del 2009
El Cristo nace de nuevo en nuestros corazones, nuestro país y en el mundo.
Paz mundial
Unimos nuestros corazones para crear un mundo nuevo. Las posibilidades de paz y prosperidad son posibles para nosotros cuando dejamos ir patrones de comportamiento antiguos y vencemos pensamientos y acciones que nos han dividido en el pasado. Acogemos y disfrutamos de estos días festivos con esperanza y amor.
Confiamos en que los líderes mundiales están siendo guiados a las acciones que promueven y establecen paz en la Tierra y el mayor bien para todos. El poder de nuestros corazones unidos es invencible.
Avanzamos con la confianza, esperanza y fortaleza nacidas de la fe. Cristo nos vivifica y nos ayuda a establecer la paz mundial.
Pues habéis renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.—1 Pedro 1:23