"Mi NiÑo JesÚs, en esta Navidad quiero pedirte

que me ayudes a ser cada di­a una mejor persona,

 para ser digna de ti, y poder proyectarlo a los seres que conviven conmigo

 en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.

"Acrecienta en mi la tolerancia, la paciencia, la solidaridad, la honestidad,

 la sinceridad, la alegria y el entusiasmo, el amor y la

ternura, para poder compartirlo con la gente que me rodea.

"Permi­teme ver más allá de lo que mis ojos pueden ver,

 comprendiendo y aceptando siempre tus designios.
"Te pido también por mis amigos/as para que los cuides,

los protejas y los guíes, más aún en los momentos difí­ciles que la vida les

tiene reservados, y acreciéntales el amor que sienten por ti, que eres la vida misma.

"Que en todas las familias, de todo el mundo, reine el respeto, el cariño,

 la confianza y el amor, para que se acaben las violencias,

los llantos y las tristezas, y ser lo más parecido a esa Sagrada Familia

en la cual  te encuentras ahora, acompañado de tus Santí­simos padres.

"También quiero pedirte, que estés siempre junto a los niños que quieren jugar,

 correr, brincar, saltar, pero por cosas del destino sufren de alguna

discapacidad que les impide hacerlo. Enséñales que estando contigo, no hay imposibles.

quiero pedirte, abusando de tu bondad, que seas tú el portador de un abrazo

muy fuerte a todas mis amigas y amigos de esta casita que por

motivos ajenos a mi voluntad no podré darles, diles que las

 quiero mucho y les deseo todas las bendiciones mas hermosas dí­a a dí­a.

"Estoy convencida de que mi manera de ser y la conducta que yo

observe tiene mucho que ver para que me concedas todo lo

 que te pedí­. Sé que debo ser una digna hija y hermana tuya,

 congruente entre lo que digo y hago en este largo caminar por la

 vida y en mi trato con las personas que me rodean,

y en eso se centra mi búsqueda constante. Sin embargo,

cuando no esté siendo honesta y sincera ni conmigo ni con los demás, por favor

"léeme mi cartilla", como cuando era niña,

pues mi madre siempre se encarba de hacerlo ahora que soy grande.

Gracias padre que me has escuchado y se haga siempre tu voluntad y no la mí­a.

Lunasol