LA SOLEDAD
La tristeza es un estado de ánimo desde el que sólo la persona
que lo esta pasando podrá solucionarlo. Hay momentos en nuestras vidas que pareciera que todo viene cuesta abajo,
que todo es gris, y que estamos en un gran agujero negro
del que no encontramos salida.
Muchas y muchos que conoce de Cristo como su salvador,
siguen sientiendose triste y solas/os.
Escuchan palabra, se congregan,
cantan levantan sus manos y adoran,
y salen de la congregación y llegan al hogar y vuelven y se ponen el vestido de tristeza.
Amada/o y hasta cuando vas seguir asi?
Qué te sucedió?, fué una separación,
o el fallecimiento de un ser amado ,
la muerte de una persona cercana,
no es poca cosa, la tristeza siempre esta ahí
pegada contigo.Una separación supone un drástico
para nosotras/os, nuestras fuerzas son pocas,
nos faltan energías, todo lo vemos en blanco y
negro, pareciera que nuestra pena no tuviese punto final y
podemos llegar a cuestionarnos si lo que
hicimos estaba bien o si lo hicimos en forma apresurada.
Mucha precaución sobre la tristeza,
porque si no aprendes a controlarla puede pasar a ser una
depresión, eso afectaría muy negativamente a tu cuerpo y
las relaciones en tu vida. La soledad no es un pecado,
pero éste puede sin duda, empeorar el sentimiento.
La recuperación de la soledad comienza cuando tú
reconoces que hay un problema y necesitas
tener el deseo sincero de conocer a Dios...
Pasa tiempo con Él cada día, y notará que la soledad que una
vez sintió, está disminuyendo. Es recordar las promesas de
Dios. David reconocía la gravedad de sus circunstancias e
inmediatamente recordaba los tiempos en que Dios
lo había librado de sus problemas. Amada/o El Señor puede
capacitar su mente para que haga lo mismo.
Cuando te golpeen los problemas, podrá recordar
una promesa de la Escritura. Puede ser algo tan
rápido y seguro como: “Fiel es el que os llama,
el cual también lo hará " (1 Tes. 5:24). O tal vez le hablará la
esperanza que se encuentra en el salmo 91:1
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente” .
A través del compañerismo con Jesucristo,
y dedicando tiempo a la Palabra de Dios.
El Señor venció las tentaciones del Enemigo mediante el uso de la Palabra de Dios
como una defensa, y usted debe hacer lo mismo.
No sólo vencerá la soledad, sino que también
sentará en su vida las bases de una esperanza inquebrantable e indestructible.
|