DÉJAME
Déjame imaginarte como te sueño,
escuchar el sonido cristalino de tu voz,
acariciando mis sentidos.
Déjame presentirte junto a mis sueños...
Amándote.
Déjame fundirme a ti en ese eterno abrazo,
mirarte, contemplarte inacabadamente
y perderme en el tiempo sin retorno.
Déjame desaparecer bajo tus alas tibias...
Amándote.
Déjame hundirme en el mar de tu cuerpo,
sentir tu cálida ternura
y penetrar en el núcleo de tu sueño.
Déjame hundirme en tu profunda mirada...
Amándote.
Déjame aferrarme a tu esperanza,
y recorrer el territorio de tu cuerpo
puerto de llegada de mis manos.
Déjame tejer mis fantasías
y descubrir mi asombro...
Amándote.
Y cuando la tarde se olvide del ocaso
y la noche sólo sea un sueño no soñado,
cuando mi alma se anide con tu alma
y solo escuches la voz de mi silencio,
me encontrarás...
¡Amándote!.
AUTOR MARIGIL
| |
_________________________________________________________________________________________________
Hoy quiero dedicarte una hermosa melodía...
Escribiré con letras los sonidos...
Usaré palabras que deleiten tus oídos..
Como únicos instrumentos, tomaré mi pluma y mis sentimientos...
Habla mi melodía de un mundo diferente...
Allá lejos, dónde sólo llega la mente.
El primer sonido es el silencio, la paz del alma y la conciencia...
Poco a poco se invade el aire, con el suave ritmo del corazón, al igual que un reloj: tic-tac, tic-tac.
Se levanta una suave brisa, y acompaña su sonido, cual hermosa sonrisa.
Cae una hoja del árbol, suena como un cascabel, tintinea dulcemente al caer.
La risa de un niño a lo lejos, hace mi canción enternecer...
En el aire las gaviotas, acompañan sin querer.
De pronto la brisa se convierte en aire, el aire en viento, y siento su fuerza dentro.
El mar se enfurece, las olas con fuerza, rompen en el acantilado embrujado.
Mi corazón se estremece y suena ahora al unísono, de las enfurecidas olas del mar.
Los sentimientos revuelven mi espíritu, mi alma parece salir con fuerza y volar.
Se levanta una inmensa tempestad. Una tormenta que mil rayos y truenos hace sonar.
Lloro y grito con fuerza desesperada, para alcanzar mi alma que quiere escapar.
Miro al cielo, las lágrimas nublan mis ojos, pero veo la tormenta, poco a poco, amainar.
Vuelve a convertirse el viento en aire, el aire en suave brisa, y recupera su sonrisa.
Regresa la melodía del silencio, el suave tic-tac del reloj...
descansa en mi corazón.
Vuelve a reír el niño, con su risa inocente...
Caen las hojas del árbol dulcemente.
Siento de nuevo la paz en mi espíritu, regresa mi alma despacio y con calma.
He alcanzado el mundo diferente, aquél que tan sólo existe en la mente.
¿Has oído la hermosa melodía?
Es la música del alma.
No la puedo interpretar, pues ningún instrumento musical, aprendí a tocar...
Tal vez tú, la puedes alcanzar.
Copyright©2005.Webset--Alma Irene designs All rights reserved
respetar sello y autoria si deseas utilizarlos
|