Doña Concepción nos habla del llantén “una planta que crece en los costados de la ruta, en las acequias... y es milagrosa”, afirma entusiasmada. “Mi nieta vino un día con la boca llena de aftas, llaguitas, que le impedían tragar o digerir... la receta de la abuela fue instantánea (se ríe) Hija... -le dije- tome estas hojas y llévelas a la boca, másquelas como pueda y si se traga el jugo no se haga problema... El resultado fue el esperado, en 24 horas la nena tenía las heridas de la boca cicatrizadas”, resalta orgullosa.
El nombre popular de la planta es llantén grande, (foto página 15) o llantén mayor.
El nombre científico es Plántago major L, pertenece a la familia de las plantagináceas y es una planta perenne, sus hojas llegan hasta los 15 centímetros, en roseta basal; ovales o elípticas.
Se da en tierras de cultivo, en los bordos de las rutas, o en campos ricos en abonos orgánicos o granjas.

Propiedades medicinales

Por su contenido en mucílagos, ejerce propiedades emolientes, es decir suavizantes de las mucosas respiratorias, por lo que se lo utiliza para curar el dolor de garganta, la boca irritada o la boca con llagas causadas por las infecciones, así como para tratar la afonía o la voz ronca.
¿Que son los mucílagos? Son un tipo de fibra soluble de naturaleza viscosa. Lo producen las semillas de ciertas plantas, como la algarroba, el plántago, el lino, o la mostaza. Aparece en frutos como el higo y es muy abundante en plantas y legumbres. Entre sus múltiples propiedades medicinales hay que destacar que este tipo de fibra ayuda a bajar el colesterol en la sangre y evita la reabsorción del colesterol intestinal producido por la bilis para la digestión de alimentos.
Por eso y otras propiedades, está recomendado en los regímenes de control de peso. Ayuda a disminuir el peso, aportando al mismo tiempo todos los elementos indispensables para el equilibrio del organismo.
“Mi padre no puede ser operado de las cuerdas vocales por su edad, por eso cuando se queda ronco o afónico toma té de llantén... y se cura”, nos cuenta un compañero de trabajo del Diario enterado de que estamos escribiendo sobre este yuyo.
Muchos recomiendan realizar enjuagues bucales con el líquido resultante de la infusión: una cucharadita de hojas secas por taza de agua.
Al mismo tiempo las propiedades antibacterianas del jugo de esta planta pueden ser aprovechadas para eliminar los microorganismos que producen las enfermedades del aparato respiratorio. Igualmente sus propiedades descongestionantes y expectorantes suaves son muy útiles para desinflamar las vías respiratorias y ayudar a expulsar las mucosidades que allí se desarrollan. Combinando estas tres propiedades podremos utilizar esta planta para un amplio espectro de enfermedades de tipo respiratorio: tos, faringitis, laringitis, bronquitis, tuberculosis, etc.
Otra forma de tomarlo es preparar un jarabe de la planta fresca. Para ello machacar la planta, filtrar el líquido. Mezclar a partes iguales con azúcar, disolviéndolo a baño María.
Por su riqueza en taninos tiene propiedades astringentes adecuadas para detener la diarrea.
La infusión de esta planta la recomiendan en casos de inflamaciones de colon (colitis), de los intestinos (enterocolitis). Un par de cucharaditas al día puede ayudar a aliviar la úlcera de estómago.
Las semillas de llantén, muy ricas en mucílagos, pueden usarse para combatir el estreñimiento.
Las semillas de un tipo de llantén, el psyllium (plántago ovata), son utilizadas por la industria farmacéutica para elaborar el laxante Metamucil.
“Me han dicho -asevera doña Concepción- que los norteamericanos la buscan mucho, al igual que el matico porque allá no se da”.

              Hemostático
“En el Hospital Rawson uno de los médicos le dijo a una sobrina mía que se curara la cicatriz de la cesárea con llantén. A la nena se le había abierto la cicatriz...”, cuenta Cristina Rodríguez
El llantén es una hierba con probadas propiedades hemostáticas, es decir favorece la coagulación de las heridas, evitando el sangrado de las mismas. Esta propiedad puede aprovecharse no solamente para curar aquellas heridas que se producen en el exterior del cuerpo, como consecuencia de cortes en el cuerpo, traumatismos, también para cicatrizar heridas internas producidas al romperse pequeñas venitas o capilares. También las hemorragias anales producidas por hemorroides.
Muchos consumen la infusión de sus hojas en un té que toman dos o tres veces por día.
Las hojas de llantén frescas se las considera los mejores vulnerarios, es decir tienen la propiedad de desinfectar los cortes o heridas y favorecer su cicatrización.
Dicen los “viejos del campo” que una simple hoja fresca bien lavada y aplicada sobre la herida ayudará a detener el flujo de la sangre, a cicatrizarla y a prevenir el riesgo de infección.
Para el dolor de oído (otitis) el jugo de la hoja machacado lo calmará.