Estaba Don Carlos esa mañana, sentado en el living, leyendo los diarios que su proveedor le trae muy temprano todos los días.
Marina su inquieta hija de quince años andaba por el escritorio de su padre acomodando algunas cosas, pero tenía muy en cuenta la recomendación de su progenitor.-
--¡No! ¡no! Levanta los papeles o libros, limpias y luego deja en el mismo lugar.-
Don Carlos se expresaba así porque cuando necesitaba un determinado papel o libro perdía mucho tiempo para hallarlo dónde lo había dejado.
El viejo escritor tenía razón, porque en una biblioteca, a la persona que atiende como bibliotecaria cuando se le pregunta por un determinado libro o expediente, va directamente donde se encuentra, y eso es lo que quería Don Carlos, encontrar donde acostumbra dejar, para Don Carlos cada papel, cada libro tenía su lugar por él conocido, y cuando le cambiaban de lugar perdía mucho tiempo buscando y preguntando.-
Marina, que estaba en el escritorio fue hacia el living donde estaba su padre y ceremoniosamente le preguntó:
--Padre, ¿Qué es eso de los Maestros Ascendidos que estás escribiendo?
Se sorprendió Don Carlos por la pregunta de su hija pero en su íntimo sintió una alegría al comprobar que ella se interesaba por el escrito. Su alegría era porque consideraba que ese era el camino que todo ser viviente tenía que conocer, no por un fanatismo sectario, sino por considerarla una lógica de la vida universal.-
--¡Ah! Pequeña fisgona.- ¿Qué es?,¿control, curiosidad, inquietud por saber?. Le preguntó con una leve sonrisa de aceptación.-
--No padre. Sólo vi el título, y como son dos palabras que aparentemente no están relacionadas.. . .
Quedó en suspenso el final de la frase, lo que implicaba un interrogante.-
--¡Ah! si, el pueblo quiere saber. -- dijo en tono de broma y levantándose fue al encuentro de la joven, la tomó por el hombro y cariñosamente le dijo:
--Ven, vamos a sentarnos en el sofá así estaremos más juntos.-
--Los Maestros, --comenzó Don Carlos—a que se refiere el escrito no son maestros de escuela, son Maestros de Divina Sabiduría, esos no tienen diplomas con cinta nacional sujetada con lacre y sello de la institución en la que se estudió.-
--Entonces cómo son Maestros? Le pregunta su hija que no entendía muy bien la incongruencia.
--Un Maestro de esa categoría es una Jerarquía, --Aquí le puso más énfasis al tono de su voz – No se impone con un decreto, ni con la sentencia de un juez, o una resolución ministerial, es una Jerarquía a quien se le reconoce como tal y cada uno le reverencia o venera según su alcance y entendimiento.-
--¿Pero no tiene título?, dijo Marina en son de pregunta, que seguía no estaba entendiendo el intríngulis.
--No, no tienen título ni diploma, como te dije. Esta clase de persona viven en un mundo ideal y se hallan sobre todos esos convencionalismos de la gente, ellos saben lo que son y saben cuál es su misión y se dedican a ella.
-¿Hay muchos Maestros? Porque yo no me doy cuenta de su existencia. –preguntó Marina.
--Con relación a la población del mundo, hay poquísimos.-
--¿Dónde estudian? Volvió a preguntar la hija.-
--Primero se manifiesta una tendencia devocional en el ser, y aquí hay que reconocer que esta tendencia se trae de encarnaciones anteriores, al manifestarse en su actual encarnación, busca dónde y cómo interiorizarse de esos conocimientos.-
--¿Pero, qué clase de conocimiento es?, preguntó Marina cada vez más interesada.-
-Son conocimientos esotéricos, metafísicos, que hasta ahora no se enseña en las escuelas públicas, es una inquietud que cada uno lo lleva dentro de su ser, en diferentes niveles según la evolución espiritual de la persona.-
--¿Quién controla esa evolución espiritual, que entiendo es muy íntimo de cada ser?
--El que supervisa todo ese movimiento universal es Dios a través de los Maestros Ascendidos, ellos conocen el más mínimo detalle de nuestras vidas, no olvides del axioma que dice: "hasta los cabellos de tu cabeza están contados".-
--¿Cómo, si estamos controlados desde "arriba", hay personas tan perversas? preguntó Marina, ya aislada del mundo exterior, e introduciéndose cada vez más profundamente en el tema.- Admitamos, además con el beneplácito de Don Carlos.-
--Es cierto, hija. Pero no te olvides que Dios nos creó a su imagen y semejanza.- Dios puede hacer lo que quiera, y si nosotros somos a semejanza de El, también nosotros podemos hacer lo que queramos.- Esa opción Divina se llama Libre Albedrío.-
--Te propongo un juego mental –continuó Don Carlos –imagínate tres líneas paralelas, las cuales representan tres conceptos, todas van hacia un mismo punto final, que es Dios, una se llama Causa, la del otro lado se llama Efecto, la del centro se llama Libre Albedrío. Conviene subrayar que las tres, siempre equidistantes van hacia el punto final que es Dios.- Cuando el Libre Albedrío mal empleado se inclina hacia Causa,. sale del centro, inmediatamente actúa Efecto, tratando de llevar a Libre Albedrío hacia el centro, para que pueda llegar a Dios, al final del camino.- Es indudable que al pretender llevarla hacia el centro, a Libre Albedrío va a doler, va a sufrir, porque fue por su voluntad que se desvió, pero Efecto le va hacer comprender que es la única opción que tiene para llegar hasta Dios.- Hija te estoy hablando en sentido figurado, no se si me has interpretado.-
--Si padre, he comprendido perfectamente, que mediante tu juego estás representando la vida humana.-
--Aquí, querida hija, hay muchos otros caminos para llegar al final, pero no conveniente que te atosigue en un solo día.-
Marina al ver que su padre había dado un rodeo sobre el tema e impulsándolo a que se definiera mas directamente, le dijo:
--Padre, hasta ahora solo me haz hecho entender lo que es un Maestro, y entonces yo me imagino ver al Dalai Lama, a Padma Saibaba,. ¿Pero porqué es ascendido, ascender significa subir de nivel, y que yo sepa ellos viven en la tierra, o significa otra cosa?.-
--Querida Marina, veo que lo tuyo no es curiosidad solamente, me parece y espero que no me equivoque y sea un sincero deseo de indagar.
--No se si lo tuyo es un elogio ya que ni yo misma estoy segura del terreno que piso, tampoco me doy cuenta si mi alma esta despertando, como tu insinúas, a los misterios del mas allá, como tu acostumbras hablar. Pero sí te digo que intuyo que detrás de nuestra conversación hay algo en penumbras que creo que es importante, eso de Causa y Efecto y de cosas no tangibles despierta mi interés no en el sentido de entretenimiento, sino lo que podríamos llamar la curiosidad del "buscador".-
--Sí, hija, pero estoy presintiendo que tu estás intentando entrar en la "búsqueda", esa que nombras, y eso, como padre me alegra, no por mí mismo, pues yo tengo mi vida hecha y creo que me he ubicado en el lugar que tenía predestinado para esta encarnación, con relación a la búsqueda que todo ser debe intentar en la vida, pero tu eres joven, y cuanto mas joven te das cuenta de la razón de vivir en este mundo, mas beneficio tendrás para tu evolución espiritual.-
--Bueno –asintió Marina –pero tu me explicaste lo que es un Maestro, pero eso es la mitad de la pregunta que te hice cuando llegué hasta ti pero aún no me dijiste ¿Cómo es ascendido, o por qué es ascendido?
-Veo la sinceridad de tu interés, y ya que se presenta el caso te voy a dar un consejo de padre. Nunca dejes con sed al sediento que llega hasta ti, como en este caso tu, Como veo que quieres saber te pido que te pongas en un estado de abstracción del mundo exterior porque lo que vamos hablar no tiene formas.
-Por lo que estás diciendo entiendo que el mundo visible en que vivimos es el mundo de formas. ¿He interpretado bien?.
-Sí, hija, haz captado bien, lo que quiero decirte están en el mundo de las ideas, y como vivimos tan interpenetrado del mundo de las formas nos quedamos sin las ideas que queremos transmitir.
-Si, padre, voy a poner toda la atención a tus palabras para no perder la idea.
--Dios crea todo lo que existe con la Mente –continuó Don Carlos – lo que creó es mente, pero esa porción de mente está obligada a realizar una trayectoria que termina en el mismo lugar de donde salió es decir Dios, lo que se llama la Ley del Círculo. Sale y vuelve al mismo lugar: Dios, pero esa trayectoria se realiza en miles de años, que a la vez significa miles de encarnaciones.-