LA PUERTA ABIERTA (BELLÍSIMA ENSEÑANZA)
Una lección kabbalística de cómo ocuparnos de las almas que vienen a nuestra
vida. Aquellos de nosotros involucrados en enseñar a otros –y todos somos
maestros de una u otra manera, ya sea de nuestros hijos, amigos o colegas–
tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos. Debemos recordar, en todo
momento, que estamos lidiando con almas.
La otra noche estaba estudiando
con mi hijo David, leíamos una historia que he leído innumerables ocasiones, y
sin embargo me habló en una forma nueva. La comparto con ustedes ahora, porque
dentro de esta historia simple, hay un despertar grandioso del potencial que
tenemos para salvar –o dañar– la vida de alguien más.
La historia es
acerca de un bien amado kabbalista y uno de sus estudiantes más cercanos. Como
era su costumbre, el estudiante pasaba todas las festividades junto a su muy
querido maestro. No obstante, un año, mientras la festividad de Pésaj se
acercaba, el kabbalista lo llamó y le dijo, “Este año no pasarás las fiestas
conmigo”.
Consternado, el alumno eludió los deseos de su maestro y apeló
a la gentileza de la esposa del kabbalista (quien desconocía la voluntad de su
marido), congraciándose con ella al hacerse indispensable en la cocina, limpieza
y demás preparativos para Pésaj.
El día antes de Pésaj, el estudiante
dejó salir una insinuación sutil de su predicamento, la esposa se tragó el
anzuelo y presionó a su marido en favor del alumno.
El kabbalista
respondió, “Si él es tan importante para ti, entonces sí, se puede quedar. Pero
la verdad es que temo que pueda causarme serios problemas”.
El estudiante
llegó al día de la gran festividad, sintiéndose tremendamente puro y
espiritualmente elevado. Se retiró al cuarto de oraciones y empezó a rezar. De
pronto, un vagabundo apareció buscando una bendición del gran kabbalista. El
estudiante pudo olfatear el hedor del hombre, tanto físico como espiritual, y lo
ahuyentó sin siquiera levantar la cabeza.
Momentos después apareció el
kabbalista preguntando si alguien lo había venido a buscar. “No, ni un alma.” De
nuevo preguntó, ésta vez con más insistencia, “¿Alguna persona ha venido a
buscarme?”. “Bueno, vino este hombre sucio que quería verte, pero sé que no
quieres desperdiciar tu tiempo con una persona tan insignificante en un día así
de importante.” El maestro se dirigió al alumno y le dijo con convicción total.
“¡Si no me lo traes a casa ahora, te juro que nunca más volverás a
verme!”.
Desesperado, el estudiante corrió por todo el pueblo, y hasta el
último momento localizó al hombre en una taberna. El individuo se negó a hacerle
caso al alumno, así que este se lo echó al hombro y lo cargó hasta la casa de su
maestro. El maestro no sólo aceptó al hombre, sino que pasó toda la festividad a
su lado. Al estudiante, por otro lado, le fue asignado sentarse muy, muy, muy
atrás. Después de las fiestas, el kabbalista llamó al alumno a su oficina.
“Hace quince años este hombre fue uno de mis estudiantes más cercanos. Hubo un
momento es su vida en que realizó una acción terrible, y cayó. Y como sucede con
frecuencia, continuó cayendo, espiritual y físicamente. He sentido dolor todos
estos años, rezando y rogando para que algo se abriera dentro de él. Hace dos
semanas, recibí un mensaje en mis oraciones de que él había creado una pequeña
abertura y se había prometido a si mismo “Buscaré a mi maestro una última vez.
Si me acepta, entonces sabré que hay esperanza. Si me rechaza, entonces no
tendré más esperanza”.
No te quería aquí durante estas festividades
porque sé lo ‘recto’ que eres y que le cerrarías la puerta. Su última puerta.
¡Casi acabas con toda la esperanza de ese hombre!
La lección que de aquí
aprendemos, y que más vale tatuemos en nuestra conciencia, es que cuando estamos
tratando con amigos, cónyuges, niños, alumnos y extraños, nunca conocemos las
consecuencias y efectos de largo plazo que puedan tener nuestras palabras y
acciones. ¿Cuántas veces estamos muy atareados, muy enojados, o simplemente muy
preocupados para responderle a nuestro cónyuge, hijo, o amigo, con cuidado y
compasión?
Esta semana, vamos todos a apreciar –y fortalecer– nuestra
apreciación de lo tremendamente significativas y delicadas que son las almas que
aparecen en nuestras vidas. Despertemos para estar siempre preocupados por los
demás, alertas y en todo momento listos para preguntar, “¿Cuál es la mejor
manera de cuidar de esta alma?”.
Queremos asegurarnos de estar siempre
abriendo puertas para que otras almas entren y se eleven y así se puedan
convertir en una mejor versión de si mismas.
Fuente: Kabbalista Michael
Berg
LLUVIA DE BENDICIONES PLENAS DE RAYITOS DE LUZ,
AMOR Y OPULENCIA DIVINA PARA TODOS!!!!
LAS SALUDO CON AMOR, CECILIA
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