Si un hombre pisa el pie
a un desconocido en el mercado,
se disculpa educadamente
excusándose así:
"Este lugar está tan atestado".
Si un hermano de más edad
pisa el pie de su hermano menor
le dice, "Lo siento",
y eso es todo.
Si un padre
pisa el pie de su hijo
no le dice nada.
La mayor cortesía
está libre de toda formalidad.
La conducta perfecta está libre de preocupación,
La sabiduría perfecta no se planea.
El amor perfecto existe sin demostraciones.
La sinceridad perfecta no ofrece garantía...
Si un hombre pisa el pie
a un desconocido en el mercado,
se disculpa educadamente
excusándose así:
"Este lugar está tan atestado”.
La disculpa es necesaria porque allí no existe la relación; el otro es un extraño. Se requiere de una explicación porque no hay amor. Si hay amor entonces la explicación no es necesaria, el otro lo comprenderá. Si existe amor, no hay necesidad de disculpas, el otro comprenderá. El amor siempre comprende. . Al pisar el pie de un desconocido en el mercado se necesita de una disculpa, y de una explicación también. "Este lugar está tan atestado”.
Mira lo que ocurre... La disculpa es un formalismo, como un lubricante, para evitar el conflicto, y la explicación deriva la responsabilidad sobre otra cosa. No dices, "Era inconsciente, estaba despistado, por eso es por lo que lo pisé". Dices, "Hay tanta gente".
Una persona religiosa no puede hacer esto, y si sigues haciéndolo nunca serás religioso, porque la religión significa hacerse cargo de toda posible responsabilidad, no evitarla, no escapar. Cuanto más responsable seas, más consciencia originará; cuanto menos responsable te sientas, más y más inconsciente te volverás. Siempre que consideras que no eres responsable te echas a dormir. Y eso ha venido ocurriendo, no sólo en relaciones individuales, sino en todos los niveles de la sociedad.
Las explicaciones son siempre engañosas. Parecen lógicas, pero son falsas. Puedes dar explicaciones sólo cuando intentas esconder algo. Puedes observarlo en tu vida cotidiana. No es una teoría, es un simple hecho en la experiencia de todo el mundo; das explicaciones sólo cuando quieres ocultar algo.
La verdad no requiere de explicación alguna. Cuanto más mientes, más explicaciones necesitas.
Si un hermano de más edad
pisa el pie de un hermano menor
le dice, "Lo siento",
y eso es todo.
Dos hermanos... cuando la relación se hace más íntima, cuando te aproximas, el otro no es un extraño. No se necesita de ninguna explicación, el hermano dice simplemente, lo siento. Acepta la culpa. Dice, "Me he comportado de forma inconsciente". No deriva la responsabilidad en alguien, la acepta y se acabó. La relación es íntima.
Si un padre
pisa el pie de su hijo
no le dice nada.
No hay necesidad, la relación es incluso más estrecha, más íntima. Hay amor y el amor todo lo puede. No se necesita de sustituto alguno, ni de disculpa, ni de explicación.