SILENCIO INTERIOR
Nuestro mundo es muchas veces ruidoso, rápido, fragmentado y confuso. No me refiero sólo al ruido externo como las sirenas, cornetas, música alta o conversaciones en cualquier lugar mientras esperas tu turno para ser atendido. Hablo del parloteo constante en tu cabeza que no cesa de decir todo el día como debes sentir y reaccionar.
En contraposición, el silencio es una condición necesaria, no sólo cuando estamos ansiosos, porque el ruido perturba y agita aún más, es imperioso equilibrar nuestra vida atareada y agitada cultivando el silencio personal.
El silencio podría darnos la pista sobre la cantidad de basura que existe en nuestra mente, por eso, detener ese parloteo interno nos permite ahorrar energía, cultivar la creatividad, la intuición y la sabiduría necesaria para escucharnos a nosotros y a los otros, así como también amar y conectarnos con lo hermoso de la vida.
El silencio interno es como el ojo de un huracán: un punto quieto y lleno de calma en el centro del caos y la buena noticia es que tú puedes desarrollar el silencio interior esforzándote por dominar tu mente reactiva. Se trata de controlarse a sí mismo, y saber cuándo hablar. Por eso muchos autores dicen que el silencio es señal de sabiduría.
Cuenta una vieja historia de la India, que dos amigos fueron en su día descanso a visitar un huerto. Uno, que tenía más conocimientos del mundo, empezó a contar los mangos que había y la cantidad de frutos que tenía cada árbol. Quería calcular el valor del huerto. Mientras tanto, su compañero entabló una conversación con el dueño del huerto y se cayeron bien. Después, fue invitado por éste, quien en silencio, se acercó al árbol y empezó a tomar los frutos y comieron juntos.
¿Cuál de los dos amigos es más sabio?... ¿De qué sirve contar árboles y hacer cálculos? El intelecto se mantiene ocupado con el porqué y el cómo de la vida, mientras que la sabiduría humilde disfruta de sus frutos.
En este sentido, te sugeriré algunas opciones para que incorpores el silencio en tu vida, tomadas de los psicoterapeutas Piero Ferrucci y Vivien Reid:
- Establecer un día de paz, es decir, se debe intentar hablar lo menos posible, tal vez descubras lo inútil que son muchas conversaciones y lo refrescante que es no tener que hablar para que escuches tú voz interior.
- Visualiza la tranquilidad: se refiere a hacer un esfuerzo consciente por imaginar que te encuentras en la playa, montaña o en una biblioteca y sólo escucha tu respiración.
- Come sin ruido: intenta hacer alguna comida solo o acompañado, pero en silencio, mejorará tu digestión ya lo verás.
- Pasa un día contigo: la soledad te enseñará a disfrutar tu propia compañía para que puedas apreciar la compañía de otro, tal vez observes tus prioridades en forma diferente.
- Reza, repite un mantra, medita… Mira los árboles a tú alrededor, concéntrate en los colores de sus hojas, sus movimientos, sonidos y olor.
- Abraza a tu familia sin decir nada, siéntelos, acarícialos y agradece a la vida por todo lo grande y hermoso que te rodea.
- Dedica quince minutos al día al recogimiento te ayudará a optimizar tu tiempo porque estarás en estado de serenidad y las ideas fluirán.
- Por último vive con gratitud…
Te deseo mucha paz en tu vida
Autor: Desconocido
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