GUIA MI MIRADA SEÑOR
Cuando Tú mismo pongas a prueba mi fe, y me hagas marchar por entre la niebla más cerrada, borrada toda verdad ante mí; por mucho que mi paso vacile, haz que mi mirada tranquila e iluminada, sea un testimonio viviente de que te llevo conmigo de que estoy en paz.
Cuando Tú mismo pongas a prueba mi confianza permitiendo que el aire se vaya enrareciendo y que me embargue la sensación de que el suelo se está resquebrajando bajo mis pies; que mi mirada les recuerde a todos que no hay nadie que cuente con la fuerza suficiente para arrancarme de Tí, en quien caminamos, respiramos y somos...
Y si un día Tú mismo permites que el odio me salpique, y me prepare trampas, y falsee mis intenciones, y las desfigure; que la mirada de tu Hijo vaya repartiendo serenidad y amor a través de mis ojos.
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